Un hombre es arrollado por un tren. Pudiera parecer un accidente, pero hay motivos para sospechar que ha sido empujado a las vías. Estaríamos, pues, ante un caso a investigar… de no ser porque el percance, o el crimen, ha sucedido en la tarde del 19 de noviembre de 1975, víspera del fallecimiento de Franco que, al día siguiente, ocupará todas las portadas y movilizará a todos los agentes disponibles. Fue un mal día, sin duda, para morir; y el suceso quedaría ignorado en medio de las urgencias políticas… hasta que treinta años después, un policía se decide a retomarlo, sacude la capa de polvo que cubre ya los expedientes, y se encuentra con una oscura historia de celos, de venganzas, de traiciones, que pueden afectar, pese a su antigüedad, a muchos de los que en el presente ocupan cargos de confianza.
Una nueva entrega del subinspector Escalona que, como en las anteriores, nos lleva a recorrer una Barcelona actual y cotidiana, perfectamente caracterizada desde las más pobres y tristes casas de vecindad a los despachos de la Generalitat en los que se cuecen los asuntos de gobierno. Un verdadero fresco de la vida pintado con una prosa ágil y a través de unos personajes tratados con humanidad y ternura.
Una nueva entrega del subinspector Escalona que, como en las anteriores, nos lleva a recorrer una Barcelona actual y cotidiana, perfectamente caracterizada desde las más pobres y tristes casas de vecindad a los despachos de la Generalitat en los que se cuecen los asuntos de gobierno. Un verdadero fresco de la vida pintado con una prosa ágil y a través de unos personajes tratados con humanidad y ternura.