Una novela a medias entre el esperpento y la comedia negra en la Galicia de los años ochenta. Un esquizofrénico cuenta su historia en un cuaderno para cumplir una revolucionaria terapia impuesta por los doctores que lo tratan. Explica sus experiencias como enterrador en el concejo de Vilabouta, donde debe dar tierra a don Onofre, un viajante de comercio recién fallecido. Pero a los pocos días del sepelio se descubre que don Onofre, poco antes de morir, había comprado varios décimos de la Lotería de Navidad que resultaron agraciados con el premio Gordo. ¿Dónde están esos décimos?, se pregunta su atrabiliaria viuda. ¡En el traje que le sirvió de mortaja!, ya que fue inhumado con la ropa que llevaba puesta cuando murió en un terrible accidente de tráfico.
La locura que se desata para buscar los décimos, premiados con 300 millones de pesetas de las de antes, lleva a Sebastián, su único hijo, a Madrid, donde descubrirá la doble vida del padre. Un viaje que no solo será por la geografía nacional, sino también al interior de su conciencia, que se removerá a medida que va averiguado que su padre no era el que aparentaba.Pero Sebastián no es el único que va detrás de la pista del dinero: un guardia civil putero, un proxeneta violento y cabrón y un detective un tanto raro, entre otros disparatados personajes, tienen el mismo objetivo.
La locura que se desata para buscar los décimos, premiados con 300 millones de pesetas de las de antes, lleva a Sebastián, su único hijo, a Madrid, donde descubrirá la doble vida del padre. Un viaje que no solo será por la geografía nacional, sino también al interior de su conciencia, que se removerá a medida que va averiguado que su padre no era el que aparentaba.Pero Sebastián no es el único que va detrás de la pista del dinero: un guardia civil putero, un proxeneta violento y cabrón y un detective un tanto raro, entre otros disparatados personajes, tienen el mismo objetivo.