En la novela se desarrolla una historia de amor familiarmente inaceptable, en la que se exponen a caer en lo más oscuro de su gravedad. José Pichot, el personaje principal, se enamora desde muy pequeño, de su hermana de crianza Lorena, cuyos padres fallecieron en un accidente automovilístico y su mamá decidió hacerse cargo de su bienestar. Los sentimientos fueron frustrados por una madre religiosa que percibe la seducción del diablo en sus hijos y los exhorta a separarse.
Al mismo tiempo, una secta satánica sembró el terror por los constantes atentados contra la religión católica, iglesias fueron destruidas y varios sacerdotes asesinados. En su trabajo en el CTI, Cuerpo Técnico de Inteligencia, José, es delegado junto con su compañero Piedrahita, a investigar dichas sectas y a perseguir a un asesino llamado por la prensa: “El sicario del diablo”, debido a su forma particular de asesinar con indicios de ritual satánico.
Basado en que el ser humano no se expone a situaciones por la casualidad del destino, sino porque hay condiciones en la historia de cada sujeto, que lo ubica en el lugar donde se encuentra, y donde se desenvuelve; se empieza a dilucidar una relación simbólica entre el personaje y el asesino, que lo llevará a cuestionarse sobre su propia identidad y de lo debe ser capaz de hacer para atraparlo.
La narración lleva al lector a pensar sobre la naturaleza del hombre que se reniega a ser alienado, domesticado o socializado, que en su mirada busca en su inocente víctima, el reflejo del fantasma que lo persigue, desencadenando su furia, por el despertar de un deseo que lo mortifica.
Al mismo tiempo, una secta satánica sembró el terror por los constantes atentados contra la religión católica, iglesias fueron destruidas y varios sacerdotes asesinados. En su trabajo en el CTI, Cuerpo Técnico de Inteligencia, José, es delegado junto con su compañero Piedrahita, a investigar dichas sectas y a perseguir a un asesino llamado por la prensa: “El sicario del diablo”, debido a su forma particular de asesinar con indicios de ritual satánico.
Basado en que el ser humano no se expone a situaciones por la casualidad del destino, sino porque hay condiciones en la historia de cada sujeto, que lo ubica en el lugar donde se encuentra, y donde se desenvuelve; se empieza a dilucidar una relación simbólica entre el personaje y el asesino, que lo llevará a cuestionarse sobre su propia identidad y de lo debe ser capaz de hacer para atraparlo.
La narración lleva al lector a pensar sobre la naturaleza del hombre que se reniega a ser alienado, domesticado o socializado, que en su mirada busca en su inocente víctima, el reflejo del fantasma que lo persigue, desencadenando su furia, por el despertar de un deseo que lo mortifica.