Querido amigo:
“¡Bueno es el viento que te trajo hasta aquí!” Así suelen saludar los jinetes norteños a los recién llegados. Y así te saludo yo también. Bueno es el viento que te trajo hasta aquí.
Esta es, y no es, la típica historia de aventuras que estás acostumbrado a leer.
Es mi historia, y la tuya también.
Porque estoy firmemente convencido de que todos, en algún momento de nuestra vida, soñamos con cosas que sabemos (o al menos, creemos) imposibles. Creo que, en particular, todos soñamos alguna vez en viajar por el mundo con una espada al costado, viviendo aventuras sin preocupación alguna, combatiendo contra monstruos de fantasía, y llegando a tiempo a la taberna para beber una ronda con tus compañeros.
Creo que muchos todavía mantenemos esos sueños en secreto, y de buena gana cambiaríamos la ciudad por un bosque salvaje, nuestro teléfono celular por una espada, y nuestro maletín por un escudo.
Bueno, pues, este libro es para ustedes...
Para los jóvenes. No solo jóvenes de cuerpo, sino jóvenes de mente. Jóvenes de espíritu. Este libro es para ustedes…
Amigo, no puedo sentarme a tu lado, pero espero que este libro nos sirva como la mesa de una buena taberna, donde podamos juntos sentarnos a beber, hablar, reír y llorar.
En esta mesa que nos une ahora, siempre encontraras una sonrisa, un consejo, y por sobre todo, una jarra para brindar.
¡Salud, amigo mío!
“¡Bueno es el viento que te trajo hasta aquí!” Así suelen saludar los jinetes norteños a los recién llegados. Y así te saludo yo también. Bueno es el viento que te trajo hasta aquí.
Esta es, y no es, la típica historia de aventuras que estás acostumbrado a leer.
Es mi historia, y la tuya también.
Porque estoy firmemente convencido de que todos, en algún momento de nuestra vida, soñamos con cosas que sabemos (o al menos, creemos) imposibles. Creo que, en particular, todos soñamos alguna vez en viajar por el mundo con una espada al costado, viviendo aventuras sin preocupación alguna, combatiendo contra monstruos de fantasía, y llegando a tiempo a la taberna para beber una ronda con tus compañeros.
Creo que muchos todavía mantenemos esos sueños en secreto, y de buena gana cambiaríamos la ciudad por un bosque salvaje, nuestro teléfono celular por una espada, y nuestro maletín por un escudo.
Bueno, pues, este libro es para ustedes...
Para los jóvenes. No solo jóvenes de cuerpo, sino jóvenes de mente. Jóvenes de espíritu. Este libro es para ustedes…
Amigo, no puedo sentarme a tu lado, pero espero que este libro nos sirva como la mesa de una buena taberna, donde podamos juntos sentarnos a beber, hablar, reír y llorar.
En esta mesa que nos une ahora, siempre encontraras una sonrisa, un consejo, y por sobre todo, una jarra para brindar.
¡Salud, amigo mío!