"Sonríe Delgado" es la historia de una suplantación de personalidad. Una suplantación a cambio de un trato: asesinar a una persona. Llevar a cabo una venganza. "Sonríe Delgado" es la historia, siempre en el filo de la navaja, de cómo el protagonista se desenvuelve entre elementos que le podrían desenmascarar, intentando alcanzar su objetivo y cumplir con lo acordado.
Escrita de forma seca, tajante, como producto de una continua tensión, de un mirar hacia atrás permanente por si alguien pudiera llegar de pronto a identificarnos, "Sonríe Delgado" tiene como elemento de gran atractivo literario, junto con los alicientes de asistir a la evolución del "trato", el intentar adivinar, al fondo de la impostura, cuál fuera la verdadera personalidad del protagonista. Qué o quién se esconde en realidad detrás de ese camaleón que se mueve por embajadas y bajos fondos, por una Beirut cosmopolita y por los ambientes más sórdidos de Barcelona.
Novela finalista del Premio Nadal en su edición de 2004, "Sonríe Delgado" supuso la irrupción en el panorama literario de un creador prolífico y de gran trayectoria que con esta turbia historia de personajes que se cruzan, entremezclan, fagocitan… alcanzó, sin duda, una de sus cumbres.
Escrita de forma seca, tajante, como producto de una continua tensión, de un mirar hacia atrás permanente por si alguien pudiera llegar de pronto a identificarnos, "Sonríe Delgado" tiene como elemento de gran atractivo literario, junto con los alicientes de asistir a la evolución del "trato", el intentar adivinar, al fondo de la impostura, cuál fuera la verdadera personalidad del protagonista. Qué o quién se esconde en realidad detrás de ese camaleón que se mueve por embajadas y bajos fondos, por una Beirut cosmopolita y por los ambientes más sórdidos de Barcelona.
Novela finalista del Premio Nadal en su edición de 2004, "Sonríe Delgado" supuso la irrupción en el panorama literario de un creador prolífico y de gran trayectoria que con esta turbia historia de personajes que se cruzan, entremezclan, fagocitan… alcanzó, sin duda, una de sus cumbres.