Estos cuentos representan la diversidad de la narrativa criminal en la frontera norte del país. Nos muestran que esta franja de más de 3,000 kilómetros de longitud es testigo de un mundo criminal que a momentos confronta y a momentos fusiona a criminales y policías, a políticos y narcos, a víctimas y victimarios. Nos colocan ante un México que concesiona la impunidad al mejor postor, un gobierno que expende, como diría Monsiváis, “licencias de impunidad” en un coctel de complicidad que deja a la ciudadanía indefensa.
Pasen pues a la escena del crimen, sean testigos privilegiados de las narraciones criminales fronterizas. Pero eso sí, lean bajo su propio riesgo.
Pasen pues a la escena del crimen, sean testigos privilegiados de las narraciones criminales fronterizas. Pero eso sí, lean bajo su propio riesgo.