En las últimas décadas del siglo XX el mundo parecía disfrutar de una bonanza inusitada. En los países industrializados el dinero corría a raudales y una vorágine de consumo se hizo presente: adminículos tecnológicos; vestimenta de lujo; joyería exquisita; extravagantes viviendas; yates de ensueño; rascacielos enormes; clubes magníficos; veloces caballos. Ningún proyecto parecía imposible; voluntad y dinero se combinaban para alcanzar cualquier meta. Los elevados precios de los commodities enriquecieron a los países productores; la fiesta, como era de esperarse, se extendió a éstos. Hasta que, un aciago día, el 15 de septiembre de 2008, todo se derrumbó.
Ese día los habitantes del planeta tierra se dieron cuenta que habían vivido una gran mentira. En verdad, ni la bonanza ni el dinero existían; todo era ficticio. No era más que una enorme burbuja financiera que a lo largo de décadas se había inflado hasta que, sin más ni más, estalló. Pero, no todos se unieron a la fiesta; una parte de los habitantes del planeta continuaron trabajando y desarrollando ideas y proyectos ajenos al apetito consumista de sus congéneres. Hoy en día esas ideas pueden salvar al planeta de la ruina.
Desde principios del siglo XX, los científicos se dedicaron a explorar un mundo desconocido −el microcosmos− y a disipar las dudas del conocido −el macrocosmos−; el conocimiento resultante es todo lo que requerimos para empezar la ardua tarea que tenemos por delante. En esta obra describimos las ideas que han surgido en tres áreas específicas del conocimiento: la filosofía, la ciencia y la técnica. Sus teorías y conceptos son la base un nuevo sistema de ideas que podría servir para salvar de la debacle a la civilización occidental: el Paradigma de la Postmodernidad.
Es así como en el capítulo 1, Los Paradigmas de la Civilización Occidental, comenzamos por describir, en forma somera, las ideas que han orientado el tránsito del Occidente desde la barbarie hasta la civilización; un recuento de los hitos recorridos hasta llegar al paradigma en formación. La transformación que durante siglos hemos experimentado no es fruto de la improvisación, está respal¬dada por postulados que provienen de cambios paradigmáticos. Desde los albores del siglo XX se comenzó un proceso de transición que no sólo está cambiando la percepción que teníamos de lo que el universo es en su esencia, sino que, además, está proporcionando al colectivo mundial la sabiduría para enfrentar tanto las dudas sobre su propia existencia como sus problemas cotidianos.
En el capítulo 2, Filosofía y Postmodernidad, describimos las ideas que se corresponden con el paradigma emergente en aquellos campos en los que la mente humana alcanza su mayor nivel de abstracción. En medio de una inusitada abundancia material, el hombre occidental se está dejando llevar por un hedonismo sin límite que arrastra su cuerpo y diluye su alma; las respuestas a sus interrogantes existenciales no son fáciles de encontrar en un mundo sumergido en una vorágine consumista; cada sujeto debe emprender, así pues, una búsqueda que trascienda su propia individualidad y se apoye en corrientes universales de pensamiento; es allí donde la filosofía postmoderna podría cumplir un rol fundamental que contribuya con el restablecimiento del necesario equilibrio psíquico, espiritual y material de todos los habitantes de este planeta.
En el Capítulo 3, Ciencia y Postmodernidad, exploramos dos caras de un mismo universo: el macro y el micromundo. Por medio de las teorías de la mecánica cuántica y la relatividad trataremos de describir la naturaleza intrínseca de la realidad.
En el Capítulo 4, Técnica y Postmodernidad, nos encontraremos con el producto de las teorías discutidas en el párrafo anterior: comenzaremos por la máquina de Turing, seguiremos con la nanotecnología, la biología, la genética, la biogenética, la bionanotecnología y el proyecto proteoma; al final, una breve discusión sobre una ecuación que
Ese día los habitantes del planeta tierra se dieron cuenta que habían vivido una gran mentira. En verdad, ni la bonanza ni el dinero existían; todo era ficticio. No era más que una enorme burbuja financiera que a lo largo de décadas se había inflado hasta que, sin más ni más, estalló. Pero, no todos se unieron a la fiesta; una parte de los habitantes del planeta continuaron trabajando y desarrollando ideas y proyectos ajenos al apetito consumista de sus congéneres. Hoy en día esas ideas pueden salvar al planeta de la ruina.
Desde principios del siglo XX, los científicos se dedicaron a explorar un mundo desconocido −el microcosmos− y a disipar las dudas del conocido −el macrocosmos−; el conocimiento resultante es todo lo que requerimos para empezar la ardua tarea que tenemos por delante. En esta obra describimos las ideas que han surgido en tres áreas específicas del conocimiento: la filosofía, la ciencia y la técnica. Sus teorías y conceptos son la base un nuevo sistema de ideas que podría servir para salvar de la debacle a la civilización occidental: el Paradigma de la Postmodernidad.
Es así como en el capítulo 1, Los Paradigmas de la Civilización Occidental, comenzamos por describir, en forma somera, las ideas que han orientado el tránsito del Occidente desde la barbarie hasta la civilización; un recuento de los hitos recorridos hasta llegar al paradigma en formación. La transformación que durante siglos hemos experimentado no es fruto de la improvisación, está respal¬dada por postulados que provienen de cambios paradigmáticos. Desde los albores del siglo XX se comenzó un proceso de transición que no sólo está cambiando la percepción que teníamos de lo que el universo es en su esencia, sino que, además, está proporcionando al colectivo mundial la sabiduría para enfrentar tanto las dudas sobre su propia existencia como sus problemas cotidianos.
En el capítulo 2, Filosofía y Postmodernidad, describimos las ideas que se corresponden con el paradigma emergente en aquellos campos en los que la mente humana alcanza su mayor nivel de abstracción. En medio de una inusitada abundancia material, el hombre occidental se está dejando llevar por un hedonismo sin límite que arrastra su cuerpo y diluye su alma; las respuestas a sus interrogantes existenciales no son fáciles de encontrar en un mundo sumergido en una vorágine consumista; cada sujeto debe emprender, así pues, una búsqueda que trascienda su propia individualidad y se apoye en corrientes universales de pensamiento; es allí donde la filosofía postmoderna podría cumplir un rol fundamental que contribuya con el restablecimiento del necesario equilibrio psíquico, espiritual y material de todos los habitantes de este planeta.
En el Capítulo 3, Ciencia y Postmodernidad, exploramos dos caras de un mismo universo: el macro y el micromundo. Por medio de las teorías de la mecánica cuántica y la relatividad trataremos de describir la naturaleza intrínseca de la realidad.
En el Capítulo 4, Técnica y Postmodernidad, nos encontraremos con el producto de las teorías discutidas en el párrafo anterior: comenzaremos por la máquina de Turing, seguiremos con la nanotecnología, la biología, la genética, la biogenética, la bionanotecnología y el proyecto proteoma; al final, una breve discusión sobre una ecuación que