Dios quiere al país unido y con un fin, dijo el Ejército. Dios existe donde reina la justicia social, replicaron los estudiantes. Un país católico no puede despedir a los trabajadores, gritaban los obreros en huelga. Sólo para lograr la civilización del amor querido por Dios se sacrifican vidas en la revolución, ampliaban los grupos armados. El peronismo es un movimiento humanista y cristiano. No, el peronismo es el camino al socialismo. Todo en nombre de Dios, todo en nombre del pueblo.
En este nuevo libro, Loris Zanatta explora la interrelación entre política y religión en la Argentina a partir de los años sesenta hasta la última dictadura militar, y descubre que la fuente de su historia es el mito de una Nación católica. Una leyenda que pronto se convirtió en una camisa de fuerza; un mito creado para unir, pero que divide el odio fratricida. Católica se proclamó la dictadura de 1966, mientras crecía en las parroquias la guerrilla; el peronismo católico volvió al poder en 1973, aunque sus facciones católicas se mataron unas a otras hasta que el régimen católico del Proceso de Reorganización Nacional llegó en 1976.
Sólo entonces, antes de la tragedia, una parte creciente de la Iglesia y de los argentinos comenzó a descubrir las virtudes del secularismo, la democracia política y el Estado de Derecho.
En este nuevo libro, Loris Zanatta explora la interrelación entre política y religión en la Argentina a partir de los años sesenta hasta la última dictadura militar, y descubre que la fuente de su historia es el mito de una Nación católica. Una leyenda que pronto se convirtió en una camisa de fuerza; un mito creado para unir, pero que divide el odio fratricida. Católica se proclamó la dictadura de 1966, mientras crecía en las parroquias la guerrilla; el peronismo católico volvió al poder en 1973, aunque sus facciones católicas se mataron unas a otras hasta que el régimen católico del Proceso de Reorganización Nacional llegó en 1976.
Sólo entonces, antes de la tragedia, una parte creciente de la Iglesia y de los argentinos comenzó a descubrir las virtudes del secularismo, la democracia política y el Estado de Derecho.