Hubo un Uruguay del optimismo. Fue el Uruguay de Maracaná. Ese Uruguay
tuvo un líder político, Luis Batlle Berres. Creció desde una radio y la
lucha política callejera. Defendió la República Española, se abanderó
por los Aliados contra el nazismo, lideró en Sudamérica la causa del
Estado de Israel, intentó acordar con Perón y terminó enfrentado por
defender la libertad de expresión de sus adversarios, fue a Estados
Unidos y a Europa a sostener nuestro derecho a industrializar materias
primas, batalló contra los proteccionismos de los grandes países y
sostuvo sin claudicaciones la libertad política. Continuador de la
construcción del Uruguay moderno iniciado por José Batlle y Ordóñez, por
reformista luchó contra los conservadores, por demócrata contra los
revolucionarios, por fanático de la libertad contra los marxistas y
populistas. Hoy, a 50 años de su muerte, sin pasiones, se le puede
observar como la figura más importante de la segunda mitad del siglo XX,
cuyo ejemplo y obra perduran en lo mejor del Uruguay.
tuvo un líder político, Luis Batlle Berres. Creció desde una radio y la
lucha política callejera. Defendió la República Española, se abanderó
por los Aliados contra el nazismo, lideró en Sudamérica la causa del
Estado de Israel, intentó acordar con Perón y terminó enfrentado por
defender la libertad de expresión de sus adversarios, fue a Estados
Unidos y a Europa a sostener nuestro derecho a industrializar materias
primas, batalló contra los proteccionismos de los grandes países y
sostuvo sin claudicaciones la libertad política. Continuador de la
construcción del Uruguay moderno iniciado por José Batlle y Ordóñez, por
reformista luchó contra los conservadores, por demócrata contra los
revolucionarios, por fanático de la libertad contra los marxistas y
populistas. Hoy, a 50 años de su muerte, sin pasiones, se le puede
observar como la figura más importante de la segunda mitad del siglo XX,
cuyo ejemplo y obra perduran en lo mejor del Uruguay.