“Hotel de insectos” no es un cuento que trate sobre uno de esos hoteles (cuyos materiales son ladrillos porosos o terracota, ramas, cañas, troncos, cortezas, turbas, etc.) que acogen a insectos beneficiosos, los cuales se alimentan de las plagas, no. Es un cuento que discurre fundamentalmente en un hotel abierto a clientes que son insectos herbívoros y demás... Bueno, el resto lo sabrán cuando lo lean. Un hecho mágico que sufrieron ambos protagonistas -tomando la forma de polilla-, sirvió para que lidiaran con las sombras que moran en los escondrijos del cosmos y tuvieran una visión más intensa del instante luminoso, así como de los abismos que alteran la dimensión espiritual. Para finalizar, diré a los aficionados al mundo de los insectos y entomólogos, a modo de disculpa, que el rigor no es propio de cuentistas.
Este sitio es seguro
Usted está en un sitio seguro, habilitado para SSL. Todas nuestras fuentes son constantemente verificadas.