Parecían fenómenos aislados y lejanos. Pero los atentados yihadistas del siglo XXI, las conquistas territoriales como las del Estado Islámico (Daesh) y el surgimiento en Europa de conversos dispuestos a perder su vida para matar, están desvelando la dimensión real del problema del fundamentalismo musulmán radical. Los medios recogen retratos de cada momento, sangre y metralla, degollamientos y vídeos ensalzando la guerra santa, pero no dan las claves para entender por qué unos seres humanos pueden llegar a cometer tales atrocidades con plena conciencia y riguroso convencimiento.
Este libro tiene el mérito de sumergirse en las propias ideas de los fundamentalistas. No las explica desde nuestros referentes, sino desde las raíces del islam, desde las palabras, valores e ideales que los mismos musulmanes radicales basan en su propia tradición. De ahí extraen, por ejemplo, que la península Ibérica debe ser reconquistada, que es lícito asesinar infieles, incluso engañarlos mientras no sea posible matarlos, y que morir con una bomba pegada al cuerpo es una bendición para uno mismo y para setenta familiares. El fenómeno yihadista no es algo confuso y de locos, es fruto de un imaginario cuidadosamente construido sobre una base cultural milenaria de religión y sabiduría. Tampoco es algo perpetrado por lobos solitarios; al contrario, cuando un converso entra en el círculo yihadista radical ve terminarse la soledad en que vivía como anodino occidental. Pero si usted prefiere conservar una visión nebulosa, como si todo fuera un sinsentido que nunca le va a afectar, entonces mejor que no lea este libro.