“Al no sentirse bien durante el Año Nuevo Judío en septiembre de 1991, Rabash me llamó a su lado en su lecho de enfermo, y me entregó un cuaderno de notas, en cuya cubierta se podía leer sólo una palabra: Shamati (He escuchado). Cuando me entregó el cuaderno, me dijo: ‘Tómalo y aprende de él’. A la mañana siguiente, mi maestro murió en mis brazos, dejándome a mí y a muchos de sus discípulos sin dirección en este mundo”.
Comprometido con el legado de Rabash por diseminar la sabiduría de la Cabalá, he publicado su cuaderno de notas, tal como fue escrito, preservando así el poder transformador del texto. Entre todos los libros que se han escrito sobre Cabalá, Shamati es una composición única y determinante.
Comprometido con el legado de Rabash por diseminar la sabiduría de la Cabalá, he publicado su cuaderno de notas, tal como fue escrito, preservando así el poder transformador del texto. Entre todos los libros que se han escrito sobre Cabalá, Shamati es una composición única y determinante.