Dos imágenes acuden de inmediato cuando se menciona la barriada del Príncipe, en Ceuta, y tienen que ver, una, con la serie de televisión líder de audiencia del mismo nombre y la otra con las periódicas noticias que llegan a los medios de comunicación, en las que se habla de un territorio casi sin ley, tomado por el narcotráfico y caldo de cultivo del yihadismo.
Pero ¿qué hay realmente detrás de esa visión periodística de calles laberínticas y callejuelas claustrofóbicas en las que las fuerzas de seguridad se lo piensan dos veces antes de entrar? ¿Es de verdad El Príncipe uno de los principales graneros de yihadistas del Estado Islámico en España? ¿Corremos el riesgo de que su modelo se traslade a otras barriadas marginales del resto de ciudades españolas?
Este es un viaje al corazón de uno de los barrios más pobres de España y el único con una población casi totalmente musulmana, con elevadísimas tasas de desempleo y analfabetismo entre sus más de quince mil habitantes. Un trocito de nuestro país que se siente abandonado, en el que la coexistencia entre culturas parece haber fracasado y que, si no lo evitamos, podría propiciar la aparición de auténticos caballos de Troya en nuestro territorio.