El sufí es una mariposa que entra en la llama de la vela del amor de Dios para desvivirse por Él.
En la primera edición de esta obra, de 1998, el Dr. Javad Nurbakhsh ofreció mediante cuarenta Palabras y treinta Mensajes respuestas de corazón a las preguntas de los buscadores. Son respuestas breves, intensas y precisas, iluminadas con historias simbólicas y con anécdotas de los grandes maestros de la Senda que, libres de temor y de esperanza, se anonadaron en el Bienamado, como la gota en el mar, y que se dirigen directamente al corazón de cada darwish, a modo de saetas, para marcar su camino en esta Senda sin huella.
Esta edición póstuma amplía hasta ochenta las Palabras y sesenta los Mensajes. Aun cuando son textos que han surgido en su mayor parte en el seno de la comunidad sufí de la que el autor ha sido maestro durante más de cincuenta años, se ponen ahora a disposición de todos los buscadores de la Verdad, con la esperanza de que les sean de utilidad en su camino.
"¡Oh Darvish!
Deja el mundo a la gente mundana, y el mundo del más allá a sus buscadores. Estira la mano de la devoción hacia Dios y vive Su amor, que es el elixir de la eterna bendición, en el tesoro de tu corazón, y arroja al fuego del olvido todo lo que no es el Amado."
En la primera edición de esta obra, de 1998, el Dr. Javad Nurbakhsh ofreció mediante cuarenta Palabras y treinta Mensajes respuestas de corazón a las preguntas de los buscadores. Son respuestas breves, intensas y precisas, iluminadas con historias simbólicas y con anécdotas de los grandes maestros de la Senda que, libres de temor y de esperanza, se anonadaron en el Bienamado, como la gota en el mar, y que se dirigen directamente al corazón de cada darwish, a modo de saetas, para marcar su camino en esta Senda sin huella.
Esta edición póstuma amplía hasta ochenta las Palabras y sesenta los Mensajes. Aun cuando son textos que han surgido en su mayor parte en el seno de la comunidad sufí de la que el autor ha sido maestro durante más de cincuenta años, se ponen ahora a disposición de todos los buscadores de la Verdad, con la esperanza de que les sean de utilidad en su camino.
"¡Oh Darvish!
Deja el mundo a la gente mundana, y el mundo del más allá a sus buscadores. Estira la mano de la devoción hacia Dios y vive Su amor, que es el elixir de la eterna bendición, en el tesoro de tu corazón, y arroja al fuego del olvido todo lo que no es el Amado."