Sin lugar a duda, en este libro encontrarás la clave del reposo que tanto anhelas si te detienes por un momento y te das tu tiempo para leerlo.
La idea de contar hasta diez no es un dicho bíblico, pero es acertado. La iglesia de Dios de este tiempo necesita hacer un alto y contar hasta diez, y con un poco de paciencia y calma, observar el camino por el que transita, y con tranquilidad tomar un respiro en medio de su fatiga antes de continuar.
Dios le dijo en una ocasión a su pueblo de Israel: “En
descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en
confianza será vuestra fortaleza”, y no quisieron, sino que escogieron ir por el camino agitante, luchando por sí mismos, y a Él lo hicieron a un lado y Dios los dejó, pero como Él sabía que esto les traería cansancio y dolor, y que algún día vendrían por su ayuda, en su grande misericordia dijo por medio del profeta Isaías que los esperaría para tener piedad de ellos.
La Iglesia de hoy ha hecho lo mismo. Dejando las instrucciones y cobertura de Dios, vive luchando por sí misma, fatigada y sin aliento; pero Dios también nos espera para tener misericordia de nosotros, dándonos el respiro y reposo que necesitamos.
La idea de contar hasta diez no es un dicho bíblico, pero es acertado. La iglesia de Dios de este tiempo necesita hacer un alto y contar hasta diez, y con un poco de paciencia y calma, observar el camino por el que transita, y con tranquilidad tomar un respiro en medio de su fatiga antes de continuar.
Dios le dijo en una ocasión a su pueblo de Israel: “En
descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en
confianza será vuestra fortaleza”, y no quisieron, sino que escogieron ir por el camino agitante, luchando por sí mismos, y a Él lo hicieron a un lado y Dios los dejó, pero como Él sabía que esto les traería cansancio y dolor, y que algún día vendrían por su ayuda, en su grande misericordia dijo por medio del profeta Isaías que los esperaría para tener piedad de ellos.
La Iglesia de hoy ha hecho lo mismo. Dejando las instrucciones y cobertura de Dios, vive luchando por sí misma, fatigada y sin aliento; pero Dios también nos espera para tener misericordia de nosotros, dándonos el respiro y reposo que necesitamos.