Contrato del hombre con Dios mediante el bautismo

San Juan Eudes nació en 1.601 en Ri, Francia siendo un excelente predicador, igualmente se preocupó por la buena formación de los sacerdotes, fundando cinco seminarios en su país y gracias a él también existen las devociones a los sagrados corazones de Jesús y María. Su libro, Contrato del hombre con Dios mediante el bautismo, aunque corto, es muy rico en doctrina. Expone en él con precisión y claridad admirables la excelencia del Bautismo, las gracias que confiere, las relaciones que establece entre la Santísima Trinidad y los hombres, la felicidad en germen que contiene, la vida santa y divina que obliga a llevar al bautizado en la tierra, los medios para esto, y los misterios contenidos en las ceremonias del Bautismo. Las numerosas citas de la Escritura y de los Padres de la Iglesia dan al libro un sabor de exquisita piedad y hacen su lectura agradable y provechosa. El santo ve el sacramento del Bautismo como un verdadero contrato, ya que hay en él una donación recíproca de Dios y de la criatura, acompañada, de parte de Dios, de magníficas promesas, y de parte del hombre de compromisos solemnes contraídos por el mismo bautizado o, en su nombre, por sus representantes, llamados comúnmente: «votos bautismales». Se explica, por otra parte, que el santo haya preferido esta manera de considerar el Bautismo, pues era su intención mover a los fieles de su época (pero aplicable a las almas Cristianas de nuestra época también) a practicar sus obligaciones de cristianos y para ésto nada mejor que recordarles que por éste se habían comprometido formalmente en un contrato, a la vez, muy solemne y muy ventajoso para ellos.