Desde su departamento en la ciudad, Vito parte en un ómnibus rumbo al
sur y viaja más de veinte horas. Al descender hace dedo, se sube a un
camión, baja en cualquier parte del camino y se aventura a pie a través
de los bosques patagónicos hacia la cordillera. En el largo trayecto
saldrán a su encuentro personajes que le resultan conocidos, no solo
aquellos míticos protagonistas de su infancia sino los que habitan los
bosques de siempre y que cada cual lleva consigo a lo largo de su vida.
Uno de esos personajes será una niña de doce años, testimonio del mundo
humillado de hoy y de todos los tiempos, que se convertirá en su
compañera de ruta.
En su más reciente novela, Antonio Dal Masetto recrea con maestría un
universo mágico que lleva al límite la imaginación del lector. Una vez
más, este autor imprescindible de la literatura argentina pone en juego
sus recuerdos y hace de la memoria el rasgo distintivo de su inigualable
ficción.
"La calidad y justeza de tono revelan al narrador que sabe observar y
transmitir su mundo sin levantar nunca la voz. Las novelas son un
prodigio de ternura silenciosa. Es un rumor de agua que pasa y moja el
corazón."
Osvaldo Soriano
sur y viaja más de veinte horas. Al descender hace dedo, se sube a un
camión, baja en cualquier parte del camino y se aventura a pie a través
de los bosques patagónicos hacia la cordillera. En el largo trayecto
saldrán a su encuentro personajes que le resultan conocidos, no solo
aquellos míticos protagonistas de su infancia sino los que habitan los
bosques de siempre y que cada cual lleva consigo a lo largo de su vida.
Uno de esos personajes será una niña de doce años, testimonio del mundo
humillado de hoy y de todos los tiempos, que se convertirá en su
compañera de ruta.
En su más reciente novela, Antonio Dal Masetto recrea con maestría un
universo mágico que lleva al límite la imaginación del lector. Una vez
más, este autor imprescindible de la literatura argentina pone en juego
sus recuerdos y hace de la memoria el rasgo distintivo de su inigualable
ficción.
"La calidad y justeza de tono revelan al narrador que sabe observar y
transmitir su mundo sin levantar nunca la voz. Las novelas son un
prodigio de ternura silenciosa. Es un rumor de agua que pasa y moja el
corazón."
Osvaldo Soriano