El libro aborda el conflicto milenario entre la ciencia y la fe. Durante décadas, las hipótesis evolucionistas parecían contar con el respaldo de la ciencia experimental. Sin embargo, en los últimos años, el diseño inteligente ha estado ganando prestigio entre los investigadores apoyados por la ciencia. El origen del universo y la complejidad de la vida tienen una respuesta racional en la teoría del diseño inteligente que nos remite a Dios como creador. El autor presenta los argumentos más socorridos por ateos evolucionistas y los contrasta con las respuestas lógicas de los creacionistas. En el libro, es la fe tomada de la mano de la ciencia, la que destruye los conceptos darwinistas de muchos científicos ateos. Ateísmo y Evolución Bajo la Lupa lo invita a tomar la pala del antropólogo o el telescopio del astrónomo para encontrar en sus investigaciones las huellas de la existencia de un Dios creador.
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