Una Ayuda para tu Vida de Oración
He sentido la necesidad de preparar un manual de oración con el propósito de ayudar a millares de creyentes como yo, que quieren avanzar en su vida de oración. Bajo ninguna circunstancia intento establecer un régimen o un sistema de oración. Estoy más que consciente que la oración no puede ser algo mecánico o ritual, sino un momento precioso de comunicación y amor con el Padre.
A la misma vez, estoy al tanto de lo difícil que se les hace a muchos creyentes establecer una disciplina de oración. Es mi opinión que la mayoría de los verdaderos cristianos quisieran subir escalones en su vida de oración e intercesión. Algunos lo intentan por un tiempo, pero luego se frustran en sus esfuerzos. La realidad es que hay pocas cosas que el enemigo de nuestras almas odia como lo es la oración. El diablo le tiene más terror a un hijo de Dios de rodillas que a todos los ejércitos combinados del mundo.
El propósito de este manual es darte unas directrices, de modo que tengas algo concreto en que apoyarte para orar con más efectividad. He oído la queja de muchos que dicen que no pueden orar por un largo tiempo porque se quedan sin material de oración. Yo mismo he experimentado que hay días que el Espíritu de oración está sobre mí y la oración fluye de mi espíritu como ríos de aguas vivas. La realidad es que esto no es la norma. En muchas ocasiones no sentimos deseos de orar y como que nos faltan las palabras para hacerlo.
Es en estos momentos cuando una lista o agenda de oración es de gran ayuda. Nos ayuda en la disciplina de oración y nos ayuda a mantenernos enfocados en lo que estamos pidiendo. Recuerda que la efectividad de la oración no se mide en las muchas palabras que ores al azar o en las poderosas sensaciones que tengas mientras oras. La efectividad de la oración se mide, en que tú sabes lo que estas pidiendo, y sabes cuando lo recibes.
Las oraciones que incluyo en este manual cubren la mayoría de las áreas de la vida del creyente. No es que tienes que hacerlas todas el mismo día. Es posible que un día tengas la necesidad de orar una y al otro día tengas que moverte al otro tema. Lo importante es que ores y ores con inteligencia. Déjame darte algunos consejos para se te haga más fácil la oración.
Busca un lugar apropiado y separado donde puedas estar a solas con tu Padre que ve en secreto.
Siempre que se te haga posible, trata de orar a la misma hora.
Empieza tu tiempo de oración adorando a Jesús por lo que Él es y por la que ha hecho y hace por ti.
Pídele al Espíritu Santo que te ayude en tu debilidad.
Medita sobre el poder de la Sangre de Jesús y como Ella te ha hecho digno para entrar a la presencia de Dios.
Lee promesas de la Biblia que aseguran que Dios quiere contestar tu oración y te quiere conceder los deseos del corazón.
Ten contigo una agenda de oración, con las peticiones que tú quieres presentarle al Padre.
Pídele al Espíritu Santo que abra tus oídos espirituales para oír lo que el Padre quiere decirte en esta ocasión.
Recuerda que tus oraciones no deben vagas y generales. Sé específico.
Tu oración principalmente se hace al Padre en el nombre de Jesús, de acuerdo a la voluntad de Dios con la ayuda del Espíritu Santo.
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Mateo 6:7-8
Mi querido hermano, te invito a que entres a disfrutar tu vida de oración y que puedas ser de bendición a otros.
En el amor de Jesucristo,
Nahum Rosario
Chicago, IL USA
Abril del 2003
He sentido la necesidad de preparar un manual de oración con el propósito de ayudar a millares de creyentes como yo, que quieren avanzar en su vida de oración. Bajo ninguna circunstancia intento establecer un régimen o un sistema de oración. Estoy más que consciente que la oración no puede ser algo mecánico o ritual, sino un momento precioso de comunicación y amor con el Padre.
A la misma vez, estoy al tanto de lo difícil que se les hace a muchos creyentes establecer una disciplina de oración. Es mi opinión que la mayoría de los verdaderos cristianos quisieran subir escalones en su vida de oración e intercesión. Algunos lo intentan por un tiempo, pero luego se frustran en sus esfuerzos. La realidad es que hay pocas cosas que el enemigo de nuestras almas odia como lo es la oración. El diablo le tiene más terror a un hijo de Dios de rodillas que a todos los ejércitos combinados del mundo.
El propósito de este manual es darte unas directrices, de modo que tengas algo concreto en que apoyarte para orar con más efectividad. He oído la queja de muchos que dicen que no pueden orar por un largo tiempo porque se quedan sin material de oración. Yo mismo he experimentado que hay días que el Espíritu de oración está sobre mí y la oración fluye de mi espíritu como ríos de aguas vivas. La realidad es que esto no es la norma. En muchas ocasiones no sentimos deseos de orar y como que nos faltan las palabras para hacerlo.
Es en estos momentos cuando una lista o agenda de oración es de gran ayuda. Nos ayuda en la disciplina de oración y nos ayuda a mantenernos enfocados en lo que estamos pidiendo. Recuerda que la efectividad de la oración no se mide en las muchas palabras que ores al azar o en las poderosas sensaciones que tengas mientras oras. La efectividad de la oración se mide, en que tú sabes lo que estas pidiendo, y sabes cuando lo recibes.
Las oraciones que incluyo en este manual cubren la mayoría de las áreas de la vida del creyente. No es que tienes que hacerlas todas el mismo día. Es posible que un día tengas la necesidad de orar una y al otro día tengas que moverte al otro tema. Lo importante es que ores y ores con inteligencia. Déjame darte algunos consejos para se te haga más fácil la oración.
Busca un lugar apropiado y separado donde puedas estar a solas con tu Padre que ve en secreto.
Siempre que se te haga posible, trata de orar a la misma hora.
Empieza tu tiempo de oración adorando a Jesús por lo que Él es y por la que ha hecho y hace por ti.
Pídele al Espíritu Santo que te ayude en tu debilidad.
Medita sobre el poder de la Sangre de Jesús y como Ella te ha hecho digno para entrar a la presencia de Dios.
Lee promesas de la Biblia que aseguran que Dios quiere contestar tu oración y te quiere conceder los deseos del corazón.
Ten contigo una agenda de oración, con las peticiones que tú quieres presentarle al Padre.
Pídele al Espíritu Santo que abra tus oídos espirituales para oír lo que el Padre quiere decirte en esta ocasión.
Recuerda que tus oraciones no deben vagas y generales. Sé específico.
Tu oración principalmente se hace al Padre en el nombre de Jesús, de acuerdo a la voluntad de Dios con la ayuda del Espíritu Santo.
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Mateo 6:7-8
Mi querido hermano, te invito a que entres a disfrutar tu vida de oración y que puedas ser de bendición a otros.
En el amor de Jesucristo,
Nahum Rosario
Chicago, IL USA
Abril del 2003