Humildemente he deseado componer, partiendo de los cuatro evangelios clásicos: de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, un relato unificado y homogéneo de la vida de Jesucristo, intentando cuadrar de un modo mínimamente coherente las circunstancias de su devenir, para construir de este modo una especie de gran fresco que pudiera revivir en las mentes de los lectores. El texto empleado ha sido el de una antigua Biblia del siglo XIX, una versión de la Reina Valera a la cual, en algunos puntos, he aplicado algún que otro retoque en relación con el lenguaje, para hacerlo más claro al lector actual.
Mi sencilla intención a la hora de realizar esta suerte de Evangelio común era que, de igual modo que puede contemplarse la vida de Jesús en el cine, pudiera ser leída como si fuera una novela, sólo que partiendo de los textos originales que narraron la grandiosa experiencia que fue la vida de Jesucristo en el mundo en la Palestina del siglo I. He buscado una posible coherencia entre los textos y dentro de ellos, cuando se narraban los mismos hechos, aquellas expresiones más descriptivas, que animaran más la lectura y permitieran hacerse una mejor visión imaginativa de los sucesos. Esto es algo que realmente merece la pena, pues la vida de Jesucristo, no sólo para quien se manifieste creyente, sino para toda persona que tenga una curiosidad en informarse del contenido de los Evangelios, resulta fascinante por los hechos que tienen lugar en ella y por lo que los Evangelistas ponen en boca de Jesucristo, el protagonista.
Finalmente decir que para facilitar la identificación del origen de los textos he procedido a darles una coloración distintiva. Así pues, a Juan le he dado un azul que recuerda al cielo, como en el águila que simboliza a este evangelista; a Lucas, un verde que recuerda a la naturaleza del toro que lo simboliza; a Marcos, el color rojo que parece más próximo a la naturaleza del león, el símbolo de San Marcos, mientras que a Mateo le he otorgado un morado espiritual, simbolizando a la figura del hombre espiritualizado. Al lado de cada texto he puesto, en pequeño, el número de capítulo y versículo al que corresponde, para que pueda reconocerse su procedencia.
Espero que este Evangelio común pueda daros la satisfacción que se deriva de tener algo tan interesante como es una vida de Jesús compuesta a partir de los evangelios más conocidos y no una mera invención; una satisfacción que pueda ser tan grande como ha sido la mía el poder conseguirlo con mis humildes medios.
Jesús Argelina Díaz
251 páginas Din A-5
Mi sencilla intención a la hora de realizar esta suerte de Evangelio común era que, de igual modo que puede contemplarse la vida de Jesús en el cine, pudiera ser leída como si fuera una novela, sólo que partiendo de los textos originales que narraron la grandiosa experiencia que fue la vida de Jesucristo en el mundo en la Palestina del siglo I. He buscado una posible coherencia entre los textos y dentro de ellos, cuando se narraban los mismos hechos, aquellas expresiones más descriptivas, que animaran más la lectura y permitieran hacerse una mejor visión imaginativa de los sucesos. Esto es algo que realmente merece la pena, pues la vida de Jesucristo, no sólo para quien se manifieste creyente, sino para toda persona que tenga una curiosidad en informarse del contenido de los Evangelios, resulta fascinante por los hechos que tienen lugar en ella y por lo que los Evangelistas ponen en boca de Jesucristo, el protagonista.
Finalmente decir que para facilitar la identificación del origen de los textos he procedido a darles una coloración distintiva. Así pues, a Juan le he dado un azul que recuerda al cielo, como en el águila que simboliza a este evangelista; a Lucas, un verde que recuerda a la naturaleza del toro que lo simboliza; a Marcos, el color rojo que parece más próximo a la naturaleza del león, el símbolo de San Marcos, mientras que a Mateo le he otorgado un morado espiritual, simbolizando a la figura del hombre espiritualizado. Al lado de cada texto he puesto, en pequeño, el número de capítulo y versículo al que corresponde, para que pueda reconocerse su procedencia.
Espero que este Evangelio común pueda daros la satisfacción que se deriva de tener algo tan interesante como es una vida de Jesús compuesta a partir de los evangelios más conocidos y no una mera invención; una satisfacción que pueda ser tan grande como ha sido la mía el poder conseguirlo con mis humildes medios.
Jesús Argelina Díaz
251 páginas Din A-5