Los 18 trabajos recogidos en este volumen tienen como telón de fondo una preocupación por la racionalidad occidental. Mucho se ha hablado de su crisis o de su fracaso. De ello se ha ocupado durante décadas la Escuela de Francfort, en sus distintas reencarnaciones, y, más recientemente, el pensamiento posmoderno. Lo que este libro pretende es enfrentarnos a la crisis de la razón pero desde un ángulo insólito, desde el pensamiento judío.
El judaísmo hizo su experiencia de la modernidad. Sintió que no tenía sitio. Algunos de los autores aquí estudiados tuvieron que plantearse, en el momento de su madurez, que había que elegir entre ser moderno o marginarse. Durante siglos, la mayoría optó por lo primero, es decir, por la asimilación. Hasta que algunos plantearon y decidieron seguir siendo judíos sin renunciar a filosofar. Con ello el judaísmo se convierte en un lugar privilegiado para valorar el pulso de la razón occidental. El judaísmo era el límite de la Ilustración. Así lo planteaban los ilustrados y así lo vivieron durante mucho tiempo los propios pensadores judíos. Hasta que les dio por pensar por sí mismos. En este libro se reconstruyen algunos de esos memorables episodios.
El judaísmo hizo su experiencia de la modernidad. Sintió que no tenía sitio. Algunos de los autores aquí estudiados tuvieron que plantearse, en el momento de su madurez, que había que elegir entre ser moderno o marginarse. Durante siglos, la mayoría optó por lo primero, es decir, por la asimilación. Hasta que algunos plantearon y decidieron seguir siendo judíos sin renunciar a filosofar. Con ello el judaísmo se convierte en un lugar privilegiado para valorar el pulso de la razón occidental. El judaísmo era el límite de la Ilustración. Así lo planteaban los ilustrados y así lo vivieron durante mucho tiempo los propios pensadores judíos. Hasta que les dio por pensar por sí mismos. En este libro se reconstruyen algunos de esos memorables episodios.