María es una joven de treinta y un años a la que le gustaría haber sido mamá antes de los treinta. Por eso, busca el amor desesperadamente, y gracias a la empresa de contactos de su amiga Noelia, va teniendo una serie de catastróficas citas. ¿Por qué? Porque a todos los hombres los compara con Quique, un amor de instituto que la dejó marcada y a quien tiene idealizado... Hasta que unos ojos verdes se crucen en su camino pero, ¿por qué unas veces esos ojos le producen escalofríos y otras no le dicen nada? ¿Por qué ese hombre a veces parece serio y responsable y otras risueño e imprudente?
Cuando la elección entre el amor y lo justo se interponga en su camino, María sabrá que ha de hacer lo correcto pero, ¿podrá hacerlo?
Nunca fuiste mi segunda opción es una comedia romántica en la que descubrirás que a veces tener temperamento es bueno y otras te puede meter en líos; que las citas a ciegas pueden ser horribles o muy divertidas; que solemos recordar el pasado como algo mejor sin darnos cuenta de que tenemos un futuro esperando más interesante; y que dos personas pueden ser idénticas por fuera, pero muy diferentes por dentro.
Nathan, un abogado sin escrúpulos acostumbrado a defender a todo aquel que le proporcione dinero a la empresa de su padre, y María, una peluquera que no se deja mangonear y que no está dispuesta a declarar que un delincuente que la asaltó es inocente, serán los protagonistas de mi primera comedia romántica.
Cuando la elección entre el amor y lo justo se interponga en su camino, María sabrá que ha de hacer lo correcto pero, ¿podrá hacerlo?
Nunca fuiste mi segunda opción es una comedia romántica en la que descubrirás que a veces tener temperamento es bueno y otras te puede meter en líos; que las citas a ciegas pueden ser horribles o muy divertidas; que solemos recordar el pasado como algo mejor sin darnos cuenta de que tenemos un futuro esperando más interesante; y que dos personas pueden ser idénticas por fuera, pero muy diferentes por dentro.
Nathan, un abogado sin escrúpulos acostumbrado a defender a todo aquel que le proporcione dinero a la empresa de su padre, y María, una peluquera que no se deja mangonear y que no está dispuesta a declarar que un delincuente que la asaltó es inocente, serán los protagonistas de mi primera comedia romántica.