Sevilla, diciembre de 1494
Casi un año después de haber abandonado el poblado de La Isabela en el Nuevo Mundo, a Mariana Balboa ya no le queda ilusión por la que luchar. El hombre del que se había enamorado, y por el que se había enfrentado a su padre, no había ido a buscarla a pesar de la promesa que le hizo cuando se vieron obligados a separarse. Y con el transcurrir de los meses, sus sueños de formar una familia con él, se fueron diluyendo irremediablemente. Eso provocará que se convirtiera en una mujer fría y distante con todos, con el fin de evitar que le vuelvan a hacer sufrir más.
Además, cuando por fin Javier vuelve a su país, lo hace acompañado de un hijo pequeño, con la fama de ser un viudo afligido por la muerte de su mujer indígena y que está buscando una madre que le ayude a criar al pequeño. Para ello, ha decidido que esa mujer sea Mariana.
Sin embargo, cuando ella recibe las noticias de lo acontecido en La Isabela, no está dispuesta a darle una nueva oportunidad ya que considera que aquel no es el hombre íntegro del que se enamoró en su día, obligando a Javier a tomar las medidas oportunas para hacerle ver a Mariana que lo importante es el futuro y no el pasado.
Casi un año después de haber abandonado el poblado de La Isabela en el Nuevo Mundo, a Mariana Balboa ya no le queda ilusión por la que luchar. El hombre del que se había enamorado, y por el que se había enfrentado a su padre, no había ido a buscarla a pesar de la promesa que le hizo cuando se vieron obligados a separarse. Y con el transcurrir de los meses, sus sueños de formar una familia con él, se fueron diluyendo irremediablemente. Eso provocará que se convirtiera en una mujer fría y distante con todos, con el fin de evitar que le vuelvan a hacer sufrir más.
Además, cuando por fin Javier vuelve a su país, lo hace acompañado de un hijo pequeño, con la fama de ser un viudo afligido por la muerte de su mujer indígena y que está buscando una madre que le ayude a criar al pequeño. Para ello, ha decidido que esa mujer sea Mariana.
Sin embargo, cuando ella recibe las noticias de lo acontecido en La Isabela, no está dispuesta a darle una nueva oportunidad ya que considera que aquel no es el hombre íntegro del que se enamoró en su día, obligando a Javier a tomar las medidas oportunas para hacerle ver a Mariana que lo importante es el futuro y no el pasado.
