Alexander Konstantinakos descubrió que una noche de pasión en Inglaterra había traído consecuencias: dos, para ser exactos. Sin previo aviso, se presentó en la puerta de Ruby Wareham para llevarse a sus hijos gemelos a Grecia.
A Ruby le impactó sentirse todavía tan atraída por el moreno, sexy y poderoso Alexander. Temía perder a sus preciosos hijos, a los que había sacado adelante con mucho esfuerzo. Pero tal vez hubiera una solución... ¿Podría casarse con Sander, que era prácticamente un desconocido, y compartir su cama?