Hacía ya ocho años que Prudence se había visto obligada a casarse con Nikolos Angelis, pero siempre habían vivido separados y ni siquiera habían consumado el matrimonio.
Sin embargo, ahora Prudence deseaba tener un hijo, por lo que quería pedirle el divorcio a Nikolos. Pero su respuesta fue rotunda: él era su marido y sería también el padre de su hijo.
Al principio Prudence se negó a intentarlo siquiera; al fin y al cabo, Nikolos era un conocido donjuán. Pero entonces las circunstancias la empujaron a sus brazos y la hicieron cambiar de opinión…
Sin embargo, ahora Prudence deseaba tener un hijo, por lo que quería pedirle el divorcio a Nikolos. Pero su respuesta fue rotunda: él era su marido y sería también el padre de su hijo.
Al principio Prudence se negó a intentarlo siquiera; al fin y al cabo, Nikolos era un conocido donjuán. Pero entonces las circunstancias la empujaron a sus brazos y la hicieron cambiar de opinión…