Al multimillonario Warwick Kincaid le gustaba correr riesgos, siempre que no le hablaran de matrimonio e hijos. Y el máximo tiempo que estaba con una mujer eran doce meses.
Warwick le pidió a Amber Roberts que se fuera a vivir con él al lujoso piso que tenía en Sidney, y ella se atrevió a soñar con que cambiara… Pero después de diez meses juntos, Warwick empezó a comportarse de forma fría y distante. Y ella se preguntó si se habría acabado el plazo de estar con él…