Preston Sullivan quiere exprimir sus últimas oportunidades al máximo. Tiene por delante el futuro político más prometedor del país, pero debe olvidarse de sus líos de faldas. Y sabe que le va a resultar muy, muy complicado. Qué mejor solución que compartir apartamento con la única mujer de todo Manhattan con la que no le apetece irse a la cama.
Lisa lleva cinco años escondida de los hombres. Su corazón permanece cerrado a cal y canto, pero Preston, su mejor amigo, siempre encuentra una grieta por la que colarse. Suerte que él piensa que es lesbiana.
A Preston le quedan todavía muchas cosas por descubrir sobre Lisa. Y a Lisa, sobre Preston. Pero, en el tortuoso camino que recorrerán juntos, lo más emocionante será lo que cada uno acabe aprendiendo sobre sí mismo.
Lisa lleva cinco años escondida de los hombres. Su corazón permanece cerrado a cal y canto, pero Preston, su mejor amigo, siempre encuentra una grieta por la que colarse. Suerte que él piensa que es lesbiana.
A Preston le quedan todavía muchas cosas por descubrir sobre Lisa. Y a Lisa, sobre Preston. Pero, en el tortuoso camino que recorrerán juntos, lo más emocionante será lo que cada uno acabe aprendiendo sobre sí mismo.