Aquello era como volver a nacer.
Tranquila... e insatisfactoria. Así era como se podría describir la vida de Maggie Stanton. Hasta que un desconocido le hizo hacer algo inimaginable: arriesgarse...
Para su sorpresa, resultó que el hombre que la había hecho abandonar su predecible existencia no era otro que su mejor amigo de la infancia. El problema era que ahora su "amigo" quería llevarla al altar. Y por un momento Maggie llegó a pensar que aquella boda era la unión de dos almas gemelas... hasta que se enteró del secreto de Michael.