Muchas veces le habrá sucedido transitar algunas calles de Buenos Aires y descubrir una cúpula fascinante, un edificio barroco que desentona con las torres inteligentes lindantes. Los que saben, recomiendan que para admirar la ciudad hay que ir de a pie, con la mirada atenta del turista. Así, se puede observar en detalle los fragmentos de nuestra historia que asoman entre las nuevas edificaciones como fantasmas del pasado. Son como testigos de hormigón que no se resignan a la muerte, a la desaparición. Sin embargo, aunque están ahí, no los vemos. Son gigantes invisibles.
En este paseo que daremos junto a usted, podrá conocer a arquitectos de renombre que le dieron a Buenos Aires su primera fisonomía, personalidades de las artes y las letras que se sentaron en la misma mesa del café al que usted concurre asiduamente para leer el diario. En definitiva, va a advertir cuanto mas bella es la ciudad por la que transitamos absortos por el ruido de las bocinas y la muchedumbre.
En este paseo que daremos junto a usted, podrá conocer a arquitectos de renombre que le dieron a Buenos Aires su primera fisonomía, personalidades de las artes y las letras que se sentaron en la misma mesa del café al que usted concurre asiduamente para leer el diario. En definitiva, va a advertir cuanto mas bella es la ciudad por la que transitamos absortos por el ruido de las bocinas y la muchedumbre.