No es frecuente, al menos en Occidente, que se reúnan en una misma persona un conocimiento profundo del psiquismo humano y una no menos profunda experiencia personal del camino interior y ello ha sido fuente de no pocos problemas psicológicos para aquellos que se han adentrado, sin la debida preparación, en el territorio espiritual. En el Dr. Nurbakhsh encontramos la simbiosis entre ciencia y tradición, entre el profesor de psiquiatría y el Maestro de la Senda, que le cualifican de forma especial para iluminar el camino de aquellos que intentan convertirse en hombres/mujeres de corazón, en campo de encuentro entre lo múltiple y lo Uno.
El autor ilumina la senda a través de la cual el hombre ha de intentar realizar su vocación de llegar a ser uno con el Uno. Para ello analiza las distintas etapas del camino, advierte sobre sus peligros y, sobre todo, ayuda a superarlos, consciente de que "el yo es como el fuego, si intentamos controlarlo o apagarlo en cierto sitio, sus llamaradas reaparecerán por otro". No se trata por tanto de aniquilar el yo, sino de convertir sus cualidades negativas en atributos dignos del ser humano. El camino que los sufíes han elegido para la purificación del corazón consiste en la renuncia a amarse a sí mismos, para poder dirigir ese amor hacia otros y en el continuo recuerdo del Amado que libera de cualquier otro apego.
Esta reedición incluye una segunda parte que recoge varios casos de aplicación de terapias psicológicas por parte de los grandes maestros sufíes en el pasado.
"El papel de las enseñanzas de los maestros sufíes, es fortalecer el espíritu y su fuerza, el Amor, en sus discípulos para poder liberar al corazón de las garras del "yo" y de sus pasiones. Y que así, de esta forma, el corazón se purifique y pueda ascender al nivel del espíritu, al de la consciencia más íntima y al núcleo del ser."
El autor ilumina la senda a través de la cual el hombre ha de intentar realizar su vocación de llegar a ser uno con el Uno. Para ello analiza las distintas etapas del camino, advierte sobre sus peligros y, sobre todo, ayuda a superarlos, consciente de que "el yo es como el fuego, si intentamos controlarlo o apagarlo en cierto sitio, sus llamaradas reaparecerán por otro". No se trata por tanto de aniquilar el yo, sino de convertir sus cualidades negativas en atributos dignos del ser humano. El camino que los sufíes han elegido para la purificación del corazón consiste en la renuncia a amarse a sí mismos, para poder dirigir ese amor hacia otros y en el continuo recuerdo del Amado que libera de cualquier otro apego.
Esta reedición incluye una segunda parte que recoge varios casos de aplicación de terapias psicológicas por parte de los grandes maestros sufíes en el pasado.
"El papel de las enseñanzas de los maestros sufíes, es fortalecer el espíritu y su fuerza, el Amor, en sus discípulos para poder liberar al corazón de las garras del "yo" y de sus pasiones. Y que así, de esta forma, el corazón se purifique y pueda ascender al nivel del espíritu, al de la consciencia más íntima y al núcleo del ser."