Muchas son las huellas que he ido dejando sobre la arena del reloj, algunas de ellas se han borrado con el paso de los años, pero otras nunca perecen y se han mantenido intactas hasta hoy. He sido feliz, quiero decir muy feliz. He visto el cielo en el agua en más de una ocasión; he sido curioso y me he abierto al mundo sin miedos, oliendo y sintiendo cosas que creía irreales; he amado cada instante de mi vida y, aunque he dado más de una patada al aire, siempre ha habido alguien a mi lado que me ha prestado su mano y me ha ayudado a levantarme. Cada momento ha sido como un amanecer, un despertar radiante lleno de luz y color, a veces teñido de oscuros tonos que me han hecho valorar aún más los momentos más dulces que he tenido la suerte de vivir.
MEMENTO MORI, PERO SÉ FELIZ EL TIEMPO QUE ESTÉS JUNTO A MÍ, es un conjunto de historias que se entrelazan entre sí a través de un hilo invisible, un material impalpable que, sin embargo, deja una huella indeleble en aquellos que recuerdan sus vivencias junto a una madre, un padre, unos abuelos…, en definitiva, un ser querido que ya no está. ¡Memento mori!, ¡memento mori!…, ¡recuerda que vas a morir!, nos transmiten con su ausencia y su recuerdo. Pero este libro no pretende que pienses en ello a cada instante de tu fugaz existencia, de hecho no te aconsejo que pierdas ni un solo segundo de tu valioso tiempo, transcurre demasiado deprisa como para detenerte a reflexionar en cosas tan irrelevantes como la muerte.
MEMENTO MORI, PERO SÉ FELIZ EL TIEMPO QUE ESTÉS JUNTO A MÍ, es un conjunto de historias que se entrelazan entre sí a través de un hilo invisible, un material impalpable que, sin embargo, deja una huella indeleble en aquellos que recuerdan sus vivencias junto a una madre, un padre, unos abuelos…, en definitiva, un ser querido que ya no está. ¡Memento mori!, ¡memento mori!…, ¡recuerda que vas a morir!, nos transmiten con su ausencia y su recuerdo. Pero este libro no pretende que pienses en ello a cada instante de tu fugaz existencia, de hecho no te aconsejo que pierdas ni un solo segundo de tu valioso tiempo, transcurre demasiado deprisa como para detenerte a reflexionar en cosas tan irrelevantes como la muerte.