César Vidal desenmascara las doctrinas ocultas del movimiento de la
Nueva Era en esta obra bien documentada.
La Nueva Era no es un movimiento aparecido de la nada en el
siglo veinte. Su ideología y práctica se originan en la Gnosis. Durante el siglo
primero A.D. se asistió a un
vigoroso crecimiento de esta filosofía que manifestaba la pretensión
de guardar en su seno el mensaje auténtico de Jesús. Frente a él se alzó un
conjunto de personajes que veían a la Gnosis como una perversión del mensaje
cristiano y a su "Cristo" como "otro Cristo", radicalmente
distinto del histórico. Para ellos, la Gnosis era un enemigo peligroso que
debía ser abatido.
Nueva Era en esta obra bien documentada.
La Nueva Era no es un movimiento aparecido de la nada en el
siglo veinte. Su ideología y práctica se originan en la Gnosis. Durante el siglo
primero A.D. se asistió a un
vigoroso crecimiento de esta filosofía que manifestaba la pretensión
de guardar en su seno el mensaje auténtico de Jesús. Frente a él se alzó un
conjunto de personajes que veían a la Gnosis como una perversión del mensaje
cristiano y a su "Cristo" como "otro Cristo", radicalmente
distinto del histórico. Para ellos, la Gnosis era un enemigo peligroso que
debía ser abatido.
Partiendo de los documentos históricos, Los orígenes de la Nueva Era relata la
pugna colosal en la que se enfrentaron dos cosmovisiones diametralmente opuestas,
la neotestamentaria y la gnóstica.
Las consecuencias de esta pugna resultan visibles, incluso en nuestros días, en
el desarrollo e ideología de la Nueva Era.