Aristócrata, cosmopolita, con dominio completo del alemán, el inglés y el francés, admirador de las vanguardias, mecenas, crítico de arte, editor, político, Harry Kessler creía que la cultura era el verdadero lugar donde las personas pueden mejorar y entenderse, desarrollar una vida verdadera, sin atender a fronteras ni prejuicios de ningún tipo. Todo ello con una característica diferencial: conocía a todo el mundo y todo el mundo lo conocía. Un mundo que era Europa, en concreto sus principales ciudades (Berlín, París, Londres, Zurich...), en realidad una red cuyos nodos eran las personas más importantes de la cultura y la política entre finales del siglo XIX y los años treinta del XX.
Los detalles de una vida así hubieran quedado sumidos en el olvido si desde los 12 años Kessler no hubiera registrado minuciosamente por escrito cada encuentro, cada experiencia cultural, cada hecho relevante que vivió, incluida su participación en el frente durante la Gran Guerra, en un diario que ha sido la sensación en Europa en los últimos años, cuando poco a poco se ha ido recuperando y editando hasta completar por ahora ocho volúmenes que suman más de 8.000 páginas y que incluyen a más de 20.000 nombres. Solo falta editar un volumen, de los 12 a los 24 años, que formaba parte de lo encontrado por casualidad en Palma de Mallorca en los años ochenta tras abrir una caja fuerte que Kessler había contratado a escondidas en un banco y que incluía todos sus cuadernos hasta 1918.
Con este libro llega la primera muestra al español de tan ingente obra, gracias a una cuidada antoloía realizada por José Enrique Ruiz-Domènec. Leeremos encuentros personales con Verlaine, Mann, Rilke, Nietzsche y su hermana, Einstein, Rodin, Maillol, Munch, Strauss, Woolf... pero también la revolución de Berlín tras la derrota en la Primera Guerra Mundial o la ascensión inesperada del nazismo, que cautivó para su sorpresa a su círculo más próximo. También los viajes a Barcelona y Palma, donde intentó alejarse del terror que perseguía a los disidentes de la Alemania nazi. Sin duda el acontecimiento cultural del año.
Calificado por Karl Schögel como “El diario del siglo XX”