“La persona de Luis Martín-Santos mostró, antes que otra cosa, su robusta constitución intelectual… Sabemos de su exquisita y firme sensibilidad ética. No hubo cambio en su manera de pensar al que no siguiese de cerca, en él de manera obligada, una modificación también de su conducta”. (C. Castilla del Pino).
Es la época de los “existencialismos” en Filosofía con su respectivo reflejo en la sociedad política. Sobre todo, en Francia. La palabra engagement (compromiso) está muy presente en el lenguaje de muchos intelectuales de entonces. Las ideas, por muy bellas y razonables que sean, no dejarán de ser entelequias vacías si no sirven para cambiar y mejorar la realidad, empezando por uno mismo. El intelectual, el filósofo, verdaderos, están obligados a cambiar la realidad, y no sólo a interpretarla. Y en ese “compromiso” por el cambio coincidirán tanto ateos (Sartre, Camus, etc.), como creyentes (E. Mounier). Desde esa perspectiva hay que mirar y admirar la figura de Martín-Santos.
Me encontré con este pensador, profesional de la Psiquiatría, hace más de treinta años. Su libro Libertad, Temporalidad y Transferencia en el Psicoanálisis Existencial, me impactó tanto, que a él dediqué mi trabajo de licenciatura. Este año en el que se cumplen cincuenta años (murió 21-1-1964) he retomado aquellos apuntes académicos, y, ampliados y profundizados, difundirlos, contribuyendo así a la mayor honra de su testimonio personal y profesional.
Es la época de los “existencialismos” en Filosofía con su respectivo reflejo en la sociedad política. Sobre todo, en Francia. La palabra engagement (compromiso) está muy presente en el lenguaje de muchos intelectuales de entonces. Las ideas, por muy bellas y razonables que sean, no dejarán de ser entelequias vacías si no sirven para cambiar y mejorar la realidad, empezando por uno mismo. El intelectual, el filósofo, verdaderos, están obligados a cambiar la realidad, y no sólo a interpretarla. Y en ese “compromiso” por el cambio coincidirán tanto ateos (Sartre, Camus, etc.), como creyentes (E. Mounier). Desde esa perspectiva hay que mirar y admirar la figura de Martín-Santos.
Me encontré con este pensador, profesional de la Psiquiatría, hace más de treinta años. Su libro Libertad, Temporalidad y Transferencia en el Psicoanálisis Existencial, me impactó tanto, que a él dediqué mi trabajo de licenciatura. Este año en el que se cumplen cincuenta años (murió 21-1-1964) he retomado aquellos apuntes académicos, y, ampliados y profundizados, difundirlos, contribuyendo así a la mayor honra de su testimonio personal y profesional.