El libro describe en primer término cómo el rito tanto apolíneo y dionisiaco se debaten constantemente en la vida de los seres humanos. Así entonces se tiene un primer acercamiento al comportamiento y la anhelada explicación de los clásicos. Sin embargo las críticas no se harían esperar y los ídolos que habían presidido el pensamiento de muchos intelectuales europeos durante diecinueve siglos, esta vez se veían fuertemente cuestionados por Nietzsche.
El segundo de los que Nietzsche llama farsantes es Kant, y esta vez no solo toca el espíritu «cristiano» que este poseía, sino que despotrica sobre la inutilidad del conocimiento y de los planteamientos que el mismo Kant hacía. Por ejemplo tenemos como la «cosa en sí» y la «cosa para sí», Nietzsche la discute como superflua, y como un aislamiento del ser humano con el conocimiento, pero sin tomar las riendas radicales del mismo, ya que el hecho de no conocer totalmente una cosa, no la separa completamente de querer superarla con un planteamiento como el de lo inalcanzable, sin dejar espacio un poco a la reflexión.
El primer apartado ofrece cuatro breves aforismos ―acerca de la mujer, el Reich alemán, el filósofo, la moral, el arte, la ciencia― que se encuentran entre los más brillantes e ingeniosos de toda su obra.
El segundo apartado ―«El problema de Sócrates»― es una monografía sobre Sócrates, al que llama «el primer farsante» a Sócrates, porque su lírica enredada y su mayéutica no apoyaban en cierta medida el alcance del conocimiento y en menor medida el apoyo a otros filósofos que pudieran sobresalir, como Diógenes.
El tercer apartado ―«La razón en la filosofía»― es sin duda central en esta obra desde el punto de vista de la metafísica de Nietzsche. Este descubre la indiosincrasia del filósofo, que ya había contrapuesto en su obra Más allá del bien y del mal. Así la «razón» en filosofía es la causa de que falsifiquemos el testimonio de los sentidos. Nietzsche acaba este apartado con cuatro tesis en las que resume toda su metafísica.
El apartado cuatro nos ofrece una sorprendente historia de la filosofía, que partiendo de las brumas nocturnas y pasando por el amanecer de la mañana culmina en el «mediodía» de Zaratustra.
El quinto apartado, es un ataque a la moral de las formas desde el Nuevo testamento hasta Schopenhauer. La moral de Nietzsche tiende a aniquilar las pasiones.
El apartado sexto, es dedicado a los «cuatro grandes errores», estos son sobre todo cuatro errores psicológicos y tienen graves consecuencias morales, ellos son: el error de de la confusión de la causa con la consecuencia, el de la causalidad falsa, el de las causas imaginarias y el error de la voluntad libre.
El séptimo, es dedicado a aquellos que tienen la visión en mejorar a la humanidad. Constituye, pues, lo que significa la moral como contra naturaleza.
Por último, el apartado octavo es la sección más melancólica del libro. Nietzsche echa una mirada a su patria. En pocas líneas traza así, uno de los mejores elogios de Alemania escritos nunca.
El segundo de los que Nietzsche llama farsantes es Kant, y esta vez no solo toca el espíritu «cristiano» que este poseía, sino que despotrica sobre la inutilidad del conocimiento y de los planteamientos que el mismo Kant hacía. Por ejemplo tenemos como la «cosa en sí» y la «cosa para sí», Nietzsche la discute como superflua, y como un aislamiento del ser humano con el conocimiento, pero sin tomar las riendas radicales del mismo, ya que el hecho de no conocer totalmente una cosa, no la separa completamente de querer superarla con un planteamiento como el de lo inalcanzable, sin dejar espacio un poco a la reflexión.
El primer apartado ofrece cuatro breves aforismos ―acerca de la mujer, el Reich alemán, el filósofo, la moral, el arte, la ciencia― que se encuentran entre los más brillantes e ingeniosos de toda su obra.
El segundo apartado ―«El problema de Sócrates»― es una monografía sobre Sócrates, al que llama «el primer farsante» a Sócrates, porque su lírica enredada y su mayéutica no apoyaban en cierta medida el alcance del conocimiento y en menor medida el apoyo a otros filósofos que pudieran sobresalir, como Diógenes.
El tercer apartado ―«La razón en la filosofía»― es sin duda central en esta obra desde el punto de vista de la metafísica de Nietzsche. Este descubre la indiosincrasia del filósofo, que ya había contrapuesto en su obra Más allá del bien y del mal. Así la «razón» en filosofía es la causa de que falsifiquemos el testimonio de los sentidos. Nietzsche acaba este apartado con cuatro tesis en las que resume toda su metafísica.
El apartado cuatro nos ofrece una sorprendente historia de la filosofía, que partiendo de las brumas nocturnas y pasando por el amanecer de la mañana culmina en el «mediodía» de Zaratustra.
El quinto apartado, es un ataque a la moral de las formas desde el Nuevo testamento hasta Schopenhauer. La moral de Nietzsche tiende a aniquilar las pasiones.
El apartado sexto, es dedicado a los «cuatro grandes errores», estos son sobre todo cuatro errores psicológicos y tienen graves consecuencias morales, ellos son: el error de de la confusión de la causa con la consecuencia, el de la causalidad falsa, el de las causas imaginarias y el error de la voluntad libre.
El séptimo, es dedicado a aquellos que tienen la visión en mejorar a la humanidad. Constituye, pues, lo que significa la moral como contra naturaleza.
Por último, el apartado octavo es la sección más melancólica del libro. Nietzsche echa una mirada a su patria. En pocas líneas traza así, uno de los mejores elogios de Alemania escritos nunca.