Los verdaderos líderes son simplemente personas que poseen un nivel de conciencia superior al promedio, y por este motivo es que se encuentran en posición de poder guiar a otras personas hacia objetivos útiles y beneficiosos.
Gracias a un superior nivel de conciencia, y una superior fuerza de voluntad, los líderes de verdad logran un mayor dominio sobre su mente, lo cual les permite lograr en ella un nivel de organización y eficiencia superior al de la persona promedio o normal. Una mente más organizada y controlada permite al líder comprender mejor el entorno, identificar caminos convenientes a seguir y alcanzar un nivel de autodominio que lo habilita para relacionarse efectivamente en situaciones complicadas, resolviendo conflictos y ayudando a otras personas a alinearse y mantenerse alineados en la concreción de metas de mutuo beneficio.
Gracias a un superior nivel de conciencia, y una superior fuerza de voluntad, los líderes de verdad logran un mayor dominio sobre su mente, lo cual les permite lograr en ella un nivel de organización y eficiencia superior al de la persona promedio o normal. Una mente más organizada y controlada permite al líder comprender mejor el entorno, identificar caminos convenientes a seguir y alcanzar un nivel de autodominio que lo habilita para relacionarse efectivamente en situaciones complicadas, resolviendo conflictos y ayudando a otras personas a alinearse y mantenerse alineados en la concreción de metas de mutuo beneficio.