La mayoría de las personas retiene sólo entre:
• Un 5 y un 10% de la comunicación hablada y escrita.
• Un 25% si se utiliza un medio audiovisual.
• Un 40 a 60% si participa medianamente en una actividad.
• Un 80 a 90% si lo que aprende es por medio de una experiencia directa, participativa y empática.
Las llamadas “dinámicas de grupo” son en la práctica actividades no pasivas de aprendizaje. No están pensadas para “entretener”, como si ese fuera el fin último de las experiencias de enseñanza-aprendizaje a las que se ven sometidas las personas.
En una buena dinámica se dan elementos activos que hacen sonreír, pensar y participar. Una enseñanza acompañada de una buena carcajada, se retendrá mucho mejor que si es producto de una charla donde se pretende que la persona que aprende se quede sólo en silencio y sin más participación que escuchar o ver al exponente y lo que expone.
Las dinámicas de este libro han sido algunas inventadas y otras, modificadas a partir de otras actividades similares. Pretenden ayudar a sonreír mientras se aprende; a pensar mientras se participa; y a dialogar mientras se entiende.
Nacieron al apuro de encontrar formas de hacer más atractivo el aprendizaje.
Las mismas actividades también, modificadas pueden servir para otras experiencias de educación y enseñanza en la iglesia, en campamentos, o actividades recreativas.
• Un 5 y un 10% de la comunicación hablada y escrita.
• Un 25% si se utiliza un medio audiovisual.
• Un 40 a 60% si participa medianamente en una actividad.
• Un 80 a 90% si lo que aprende es por medio de una experiencia directa, participativa y empática.
Las llamadas “dinámicas de grupo” son en la práctica actividades no pasivas de aprendizaje. No están pensadas para “entretener”, como si ese fuera el fin último de las experiencias de enseñanza-aprendizaje a las que se ven sometidas las personas.
En una buena dinámica se dan elementos activos que hacen sonreír, pensar y participar. Una enseñanza acompañada de una buena carcajada, se retendrá mucho mejor que si es producto de una charla donde se pretende que la persona que aprende se quede sólo en silencio y sin más participación que escuchar o ver al exponente y lo que expone.
Las dinámicas de este libro han sido algunas inventadas y otras, modificadas a partir de otras actividades similares. Pretenden ayudar a sonreír mientras se aprende; a pensar mientras se participa; y a dialogar mientras se entiende.
Nacieron al apuro de encontrar formas de hacer más atractivo el aprendizaje.
Las mismas actividades también, modificadas pueden servir para otras experiencias de educación y enseñanza en la iglesia, en campamentos, o actividades recreativas.