Ámsterdam es una ciudad mágica, romántica y fascinante. Llena de encantos que encontramos en sus canales, sus plazas y sobretodo en el modo de vida de sus habitantes.
Su personalidad cosmopolita y joven, unida a la tolerancia y a la libertad, le otorgan una magia singular, que se percibe allá donde vayamos. Canales, puentes y su original arquitectura se ven impregnados de todos estos rasgos característicos. Junto a éstos, hay que citar importantes museos, como pueden ser el Rijksmuseum o el Van Gogh, entre otros.
Perdernos en la urbe, con sus canales, puentes y plazas como testigos de nuestro viaje, nos aportará placer, alegría y recuerdos que serán, sin duda, el mejor regalo que podremos llevarnos de un lugar único.
Su personalidad cosmopolita y joven, unida a la tolerancia y a la libertad, le otorgan una magia singular, que se percibe allá donde vayamos. Canales, puentes y su original arquitectura se ven impregnados de todos estos rasgos característicos. Junto a éstos, hay que citar importantes museos, como pueden ser el Rijksmuseum o el Van Gogh, entre otros.
Perdernos en la urbe, con sus canales, puentes y plazas como testigos de nuestro viaje, nos aportará placer, alegría y recuerdos que serán, sin duda, el mejor regalo que podremos llevarnos de un lugar único.