En España por desgracia tenemos la costumbre de olvidar a nuestros héroes.
Una de las hazañas más extraordinarias que pueden conocerse tuvo lugar en Alicante.
En el verano de 1854 la epidemia de Cólera que asolaba el planeta llego a la ciudad de Alicante. Por su terrible virulencia, en un primer momento hubo más de cien muertos al día, y el pánico que provocó; hizo temer por el futuro de la ciudad.
Esta es la historia extraordinaria del hombre que salvó la ciudad, Trino González de Quijano, que había sido enviado a la ciudad como gobernador civil. A lo largo de aquel trágico verano mantuvo una batalla épica contra la epidemia que hizo que el pueblo le apodase el ángel de salvación. Es imposible saber a cuanta gente salvó pero lo cierto es que de no haber estado ahí habrían sido muchos más los muertos. Una historia real de un hombre que consiguió marcar la diferencia.
Una de las hazañas más extraordinarias que pueden conocerse tuvo lugar en Alicante.
En el verano de 1854 la epidemia de Cólera que asolaba el planeta llego a la ciudad de Alicante. Por su terrible virulencia, en un primer momento hubo más de cien muertos al día, y el pánico que provocó; hizo temer por el futuro de la ciudad.
Esta es la historia extraordinaria del hombre que salvó la ciudad, Trino González de Quijano, que había sido enviado a la ciudad como gobernador civil. A lo largo de aquel trágico verano mantuvo una batalla épica contra la epidemia que hizo que el pueblo le apodase el ángel de salvación. Es imposible saber a cuanta gente salvó pero lo cierto es que de no haber estado ahí habrían sido muchos más los muertos. Una historia real de un hombre que consiguió marcar la diferencia.