Tenerife y algunos de sus atractivos, publicado en Londres en 1927, no es una guía turística al uso, pues no aporta al lector información sobre hospedaje, transportes o tarifas, como cabría esperarse. El texto obedece más bien a lo que la autora define como «conferencia coloquial» que repasa brevemente la geografía, la historia, y la agricultura de exportación de la isla. La afición de la señora Carnochan por la botánica se patentiza en el interés por dar a conocer las plantas más singulares de Canarias, tanto endémicas como introducidas. La autora no escapa a la nostalgia al rememorar cómo han cambiado la vida cotidiana y las costumbres locales en el primer cuarto del siglo XIX; aunque reconoce que la aparición del automóvil, «signo del progreso», facilita la visita de parajes naturales de la isla.
Constanza Carnochan hizo del Valle de La Orotava su hogar, su amor por la naturaleza canaria y la defensa del monte fue una constante en su vida. Su labor como promotora del turismo, dan-do a conocer a la sociedad inglesa las ventajas de Tenerife como destino turístico y de descanso, también resulta de digna de encomio. En reconocimiento a esta tarea se edita ahora por primera vez en castellano su Tenerife y algunos de sus atractivos.
Constanza Carnochan hizo del Valle de La Orotava su hogar, su amor por la naturaleza canaria y la defensa del monte fue una constante en su vida. Su labor como promotora del turismo, dan-do a conocer a la sociedad inglesa las ventajas de Tenerife como destino turístico y de descanso, también resulta de digna de encomio. En reconocimiento a esta tarea se edita ahora por primera vez en castellano su Tenerife y algunos de sus atractivos.