ALONSO:
¡Válgate el diablo! ¿Qué tienes,
que andas todos estos días
con mil necias fantasías?
Ni a tiempo a servirme vienes,
ni a propósito respondes;
y, por errarlo dos veces,
si no te llamo, pareces,
y si te llamo, te escondes.
¿Qué es esto? Dilo.
MOSCATEL:
¡Ay de mí!
Suspiros que el alma debe.
ALONSO:
Pues ¿un pícaro se atreve
a suspirar hoy así?
MOSCATEL:
Los pícaros ¿no tenemos
alma?
ALONSO:
Sí, para sentir,
y con rudeza decir
de su pena los extremos;
mas no para suspirar;
que suspirar es acción
digna de noble pasión.
MOSCATEL:
Y ¿quién me puede quitar
la noble pasión a mí?
ALONSO:
¡Qué locuras!
MOSCATEL:
¿Hay, señor,
más noble pasión que amor?
ALONSO:
Pudiera decir que sí;
mas, para ahorrar la cuestión
que "no" digo.
MOSCATEL:
¿Que no? Luego,
si yo a tener amor llego,
noble será mi pasión.
ALONSO:
¿Tú, amor?
MOSCATEL:
Yo amor.
ALONSO:
Bien podía,
si aquí tu locura empieza,
reírme hoy de tu tristeza
más que ayer de tu alegría.
MOSCATEL:
Como tú nunca has sabido
qué es estar enamorado;
como siempre has estimado
la libertad que has tenido,
tanto, que en los dulces nombres
de amor fueron tus placeres
burlarte de las mujeres
y reírte de los hombres;
como jamás a ninguna
quisiste, y más te acomodas
a engañar, señor, a todas
que hacer elección de una;
como eres (en el abismo
de amor jugando a dos manos,
potente rey de romanos)
mal vencedor de ti mismo,
de mí te ríes, que estoy
de veras enamorado.
ALONSO:
Pues yo no quiero criado
tan afectuoso. Hoy
de casa te has de ir.
MOSCATEL:
Advierte...
ALONSO:
No hay para qué advertir.
MOSCATEL:
Mira...
ALONSO:
¿Qué querrás decir?
MOSCATEL:
Que se ha trocado la suerte
al paso, pues siempre dio
el teatro enamorado
el amo, libre el criado.
No tengo la culpa yo
de esta mudanza, y así
deja que hoy el mundo vea
esta novedad, y sea
yo el galán, tú el libre.
ALONSO:
Aquí
hoy no has de quedar.
MOSCATEL:
¿Tan presto,
que aun de buscar no me das
otro amo tiempo?
Se incluye en esta edición:
- Una biografía completa de Pedro Calderón de la Barca
- Un índice con enlace directo a los capítulos
¡Válgate el diablo! ¿Qué tienes,
que andas todos estos días
con mil necias fantasías?
Ni a tiempo a servirme vienes,
ni a propósito respondes;
y, por errarlo dos veces,
si no te llamo, pareces,
y si te llamo, te escondes.
¿Qué es esto? Dilo.
MOSCATEL:
¡Ay de mí!
Suspiros que el alma debe.
ALONSO:
Pues ¿un pícaro se atreve
a suspirar hoy así?
MOSCATEL:
Los pícaros ¿no tenemos
alma?
ALONSO:
Sí, para sentir,
y con rudeza decir
de su pena los extremos;
mas no para suspirar;
que suspirar es acción
digna de noble pasión.
MOSCATEL:
Y ¿quién me puede quitar
la noble pasión a mí?
ALONSO:
¡Qué locuras!
MOSCATEL:
¿Hay, señor,
más noble pasión que amor?
ALONSO:
Pudiera decir que sí;
mas, para ahorrar la cuestión
que "no" digo.
MOSCATEL:
¿Que no? Luego,
si yo a tener amor llego,
noble será mi pasión.
ALONSO:
¿Tú, amor?
MOSCATEL:
Yo amor.
ALONSO:
Bien podía,
si aquí tu locura empieza,
reírme hoy de tu tristeza
más que ayer de tu alegría.
MOSCATEL:
Como tú nunca has sabido
qué es estar enamorado;
como siempre has estimado
la libertad que has tenido,
tanto, que en los dulces nombres
de amor fueron tus placeres
burlarte de las mujeres
y reírte de los hombres;
como jamás a ninguna
quisiste, y más te acomodas
a engañar, señor, a todas
que hacer elección de una;
como eres (en el abismo
de amor jugando a dos manos,
potente rey de romanos)
mal vencedor de ti mismo,
de mí te ríes, que estoy
de veras enamorado.
ALONSO:
Pues yo no quiero criado
tan afectuoso. Hoy
de casa te has de ir.
MOSCATEL:
Advierte...
ALONSO:
No hay para qué advertir.
MOSCATEL:
Mira...
ALONSO:
¿Qué querrás decir?
MOSCATEL:
Que se ha trocado la suerte
al paso, pues siempre dio
el teatro enamorado
el amo, libre el criado.
No tengo la culpa yo
de esta mudanza, y así
deja que hoy el mundo vea
esta novedad, y sea
yo el galán, tú el libre.
ALONSO:
Aquí
hoy no has de quedar.
MOSCATEL:
¿Tan presto,
que aun de buscar no me das
otro amo tiempo?
Se incluye en esta edición:
- Una biografía completa de Pedro Calderón de la Barca
- Un índice con enlace directo a los capítulos