Preguntarnos por qué construye el arquitecto, debería ser una cuestión por demás planteada desde sus orígenes como algo caprichoso, sin embargo, los hechos contundentes y frecuentes que se vienen presentando cada vez con mayores dimensiones en el mundo, le dan valor a esta pregunta. El fin primordial y la razón de ser del arquitecto y su arquitectura es el servicio al hombre. El incrementar su calidad de vida y de ser posible hacer crecer la dignidad con que vive la especie y las demás en su entorno. Los ecosistemas que habitan dentro de un entorno cercano a la arquitectura, debería verse beneficiados por el hecho de estar cerca de ella y no arrojados como hasta ahora a una vorágine que lo consume todo a su paso.
Después de más de cinco mil años el ser humano hoy se encuentra perdido, dislocado, anegando en una exacerbada especulación económica, en un acomodo mecánico en espacios infrahumanos a las orillas de las ciudades o más delicado aún, el considerar que la arquitectura puede tener tanta importancia en los medios que es ya perse un evento capaz de visualizarse como algo surrealista, desligado de toda realidad, que no es útil a otro fin que no sea el mediático, el que resulta de la óptica. Lejanos del hombre como estamos hoy en día, la arquitectura se ha quedado huérfana de origen. Sin la capacidad, excepto en algunos valiosos casos, de servir al hombre con todos sus instrumentos, propiedades y virtudes.
El objetivo de este ensayo es dar un vistazo sobre cada elemento de dislocación en la arquitectura, proponiendo nueve posibles caminos, con el fin de tener la plena consciencia de lo que aquí se está hablando y poder entonces tomar las medidas adecuadas para corregir el rumbo, con mayor facilidad y con aquellos elementos que son los más visibles dentro de este tema.
Después de más de cinco mil años el ser humano hoy se encuentra perdido, dislocado, anegando en una exacerbada especulación económica, en un acomodo mecánico en espacios infrahumanos a las orillas de las ciudades o más delicado aún, el considerar que la arquitectura puede tener tanta importancia en los medios que es ya perse un evento capaz de visualizarse como algo surrealista, desligado de toda realidad, que no es útil a otro fin que no sea el mediático, el que resulta de la óptica. Lejanos del hombre como estamos hoy en día, la arquitectura se ha quedado huérfana de origen. Sin la capacidad, excepto en algunos valiosos casos, de servir al hombre con todos sus instrumentos, propiedades y virtudes.
El objetivo de este ensayo es dar un vistazo sobre cada elemento de dislocación en la arquitectura, proponiendo nueve posibles caminos, con el fin de tener la plena consciencia de lo que aquí se está hablando y poder entonces tomar las medidas adecuadas para corregir el rumbo, con mayor facilidad y con aquellos elementos que son los más visibles dentro de este tema.