Marcel Duchamp, conocido sobre todo por ser uno de los más influyentes artistas de vanguardia del siglo XX, fue también un gran pensador y apasionado del ajedrez.
Durante su vida se fue reinventando a sí mismo una y otra vez, y el ajedrez siempre estuvo presente desde múltiples ángulos: como elemento en sus obras pictóricas, en sus diseños del juego, en el campo filosófico donde expresó muchas ideas nuevas, en una nueva visión del ajedrez como arte en sí mismo, como teórico del juego y como jugador profesional. Así pues, la aportación de Duchamp al ajedrez fue muy rica en una amplia variedad de aspectos.
A través de un recorrido por la trayectoria del genial artista, Peón come a Duchamp nos pone al descubierto su original legado ajedrecístico.