La supuesta facilidad con que hoy en día una persona, con muy poco o escaso entrenamiento técnico-auditivo, puede realizar la afinación de un piano utilizando la asistencia de instrumental electrónico o de un software de computadora especialmente diseñado para ello, ha dado por resultado que la gran mayoría de los afinadores de pianos autodenominados “profesionales”, solo hayan podido simular serlo casi sin dedicarse a aprender a realizar la actividad auralmente y, por ende, sin someterse al riguroso entrenamiento que tal aprendizaje requiere.
Es cierto que la aparición de instrumentos electrónicos, o de diversos programas de computadoras diseñados para la afinación de pianos, ha disminuido las barreras de entrada al mundo de la afinación de pianos, pero no es menos cierto que la calidad de las afinaciones de pianos haya disminuido notablemente por dicho motivo. Hoy en día encontramos a la mayoría de los afinadores de pianos utilizando casi exclusivamente este tipo de instrumental y, con escaso o nulo entrenamiento en afinación de pianos estrictamente aural, los resultados de su trabajo dejan mucho que desear. Muchos músicos de escaso entrenamiento auditivo y de torpe sensibilidad musical han sido, tal vez sin saberlo, cómplices de esto, al darles cabida en sus vidas musicales al trabajo de afinadores de piano escasamente entrenados, muchos de los cuales, si les quitáramos su instrumental electrónico de soporte, no podrían afinar torpemente más que unas pocas notas. Por tal motivo, creemos que un trabajo de revalorización de la afinación aural de pianos debe ser acometido con urgencia, trabajo sobre el cual intentaremos trazar algunas líneas generales y fundar algunos pilares conceptuales mediante el presente trabajo.
Por otro lado también, de la mano de la tecnología, y conjuntamente con la indoblegable pasión humana por ahorrar esfuerzos a la hora de realizar un aprendizaje profundo, ha llegado la hora de la decadencia en la profesión de afinación de pianos. Esto ha llevado, según nuestro modo de considerar el tema, a una progresiva y sostenida devaluación de la calidad del trabajo de muchos afinadores de piano, debido a la mencionada falta de entrenamiento aural sostenido y estricto, lo cual ha impactado en la calidad media de las afinaciones que tienen los pianos, regulándolas a la baja. Una de las consecuencias más importantes de esto es que los profesores de piano, músicos, pianistas y melómanos del piano en general, han acostumbrado sus oídos a afinaciones de mediana calidad, y han perdido o no han aprendido a diferenciar entre afinaciones de piano de alta calidad y afinaciones de media o escasa calidad. Sorprenden, por lo aberrantes de sus afinaciones o de sus falta de afinaciones, los pianos de músicos, pianistas y profesores de piano quienes, mostrando una total carencia de la más mínima dignidad musical, sostienen que pianos tales son completamente aptos para dar clases o para presentarse en conciertos. En nuestro pasado ensayo denominado “Afinación de pianos – Un ensayo filosófico musical”, hemos llamado a esta característica de los músicos de piano actuales, un poco en sorna pero profundamente en serio, “desafinitis”. Una enfermedad tal, decíamos, consiste en considerar apto para el uso habitual un piano notablemente mal afinado o inaceptablemente desafinado.
El impacto que esto ha causado en la música de piano es notable. Si hay un instrumento, de entre todo el universo de instrumentos existentes, que hoy en día se pasa la mayor parte de su tiempo desafinado o mal afinado, es el piano. Por supuesto, las razones que han conducido a ello son variadas, y no se limitan a la pobre calidad de las afinaciones realizadas por los afinadores que utilizan asistencia electrónica, pero consideramos que esa es una de las razones principales que subyace a dicho problema.
Es cierto que la aparición de instrumentos electrónicos, o de diversos programas de computadoras diseñados para la afinación de pianos, ha disminuido las barreras de entrada al mundo de la afinación de pianos, pero no es menos cierto que la calidad de las afinaciones de pianos haya disminuido notablemente por dicho motivo. Hoy en día encontramos a la mayoría de los afinadores de pianos utilizando casi exclusivamente este tipo de instrumental y, con escaso o nulo entrenamiento en afinación de pianos estrictamente aural, los resultados de su trabajo dejan mucho que desear. Muchos músicos de escaso entrenamiento auditivo y de torpe sensibilidad musical han sido, tal vez sin saberlo, cómplices de esto, al darles cabida en sus vidas musicales al trabajo de afinadores de piano escasamente entrenados, muchos de los cuales, si les quitáramos su instrumental electrónico de soporte, no podrían afinar torpemente más que unas pocas notas. Por tal motivo, creemos que un trabajo de revalorización de la afinación aural de pianos debe ser acometido con urgencia, trabajo sobre el cual intentaremos trazar algunas líneas generales y fundar algunos pilares conceptuales mediante el presente trabajo.
Por otro lado también, de la mano de la tecnología, y conjuntamente con la indoblegable pasión humana por ahorrar esfuerzos a la hora de realizar un aprendizaje profundo, ha llegado la hora de la decadencia en la profesión de afinación de pianos. Esto ha llevado, según nuestro modo de considerar el tema, a una progresiva y sostenida devaluación de la calidad del trabajo de muchos afinadores de piano, debido a la mencionada falta de entrenamiento aural sostenido y estricto, lo cual ha impactado en la calidad media de las afinaciones que tienen los pianos, regulándolas a la baja. Una de las consecuencias más importantes de esto es que los profesores de piano, músicos, pianistas y melómanos del piano en general, han acostumbrado sus oídos a afinaciones de mediana calidad, y han perdido o no han aprendido a diferenciar entre afinaciones de piano de alta calidad y afinaciones de media o escasa calidad. Sorprenden, por lo aberrantes de sus afinaciones o de sus falta de afinaciones, los pianos de músicos, pianistas y profesores de piano quienes, mostrando una total carencia de la más mínima dignidad musical, sostienen que pianos tales son completamente aptos para dar clases o para presentarse en conciertos. En nuestro pasado ensayo denominado “Afinación de pianos – Un ensayo filosófico musical”, hemos llamado a esta característica de los músicos de piano actuales, un poco en sorna pero profundamente en serio, “desafinitis”. Una enfermedad tal, decíamos, consiste en considerar apto para el uso habitual un piano notablemente mal afinado o inaceptablemente desafinado.
El impacto que esto ha causado en la música de piano es notable. Si hay un instrumento, de entre todo el universo de instrumentos existentes, que hoy en día se pasa la mayor parte de su tiempo desafinado o mal afinado, es el piano. Por supuesto, las razones que han conducido a ello son variadas, y no se limitan a la pobre calidad de las afinaciones realizadas por los afinadores que utilizan asistencia electrónica, pero consideramos que esa es una de las razones principales que subyace a dicho problema.