Malas Palabras, Buenas Palabras, Y Otras Palabras: Alvarez Guedes

Alvarez Guedes, el simpatiquísimo cómico de la Televisión cubana de ayer, el versátil actor del cine hablado en español, el guionista y director de películas, el hombre de esos chistes que a usted tanto le gustan, el cuenta cuentos por excelencia, el creador del humorismo sincero y desfachatado de "malas palabras", se nos presenta ahora como escritor...Así hubiera empezado el prólogo de este libro, si hubiese sido escrito por cualquier amigo mío. Me decidí a hacerlo yo mismo, porque no me gusta abusar de mis amigos y además, porque me parece una tomadura de pelo al lector, que alguien le hable bien de mí y de mi libro, habiéndole pèdido yo que lo haga. Nadie que me tenga afecto, va a escribir un prólogo diciendo que lo que yo he hecho es una mierda. Y si lo dice, yo no voy a ser tan huevón, como para permitir que se publique.Cuando la editorial venezolana SELEVEN, C.A., me propuso publicar mis cuentos en un libro, le pedí un plazo para contestarle. Yo, por lo regular no pienso mucho las cosas, pero esta vez valía la pena hacerlo. Porque no es lo mismo decir un coño, que escribirlo. Y como hay tanto comemierda por ahí, dispuesto a criticar, tenía que tener cuidado. En Latinoamérica no se inventó la Coca Cola, pero sí la manera de sacar la botella de la máquina con una chapita o con un papelito mojado. En este idioma no se escribe mucho, pero se critica más que el carajo.Bueno, eso no importa. Lo único que me interesa, es que el que compre este libro, se ría leyéndolo. Además de los cuentos o chistes, casi todos conocidos a través de mis discos, contiene varias narraciones y estampas, totalmente inéditas. Y un cuento corto, Leleo, (la muerte espectacular de un maracucho artrítico), que a mí me parece muy gracioso.Una vez yo le oí decir a Camilo José Cela: "El que tenga algo que escribir, que lo escriba, aunque sea con faltas de ortografía". Así es, que si a alguien le pesa haber pagado Bs. 30,00 por "Malas palabras, buenas palabras y otras palabras", que le eche la culpa a Don Camilo.