Bailarín y coreógrafo cubano nacido en 1932,Guido González del Valle despliega para nosotrosla película de su vida.
Desde la Habana hasta Madrid comparte con suslectores sus recuerdos: su infancia en Cubadurante los años 30, su juventud que transcurredurante las sucesivas dictaduras de Batista y Fidel
Castro, así como las dificultades que comportó para un artista homosexualvivir en la isla. Nos narra la experiencia de sus primeras visitas al extran-jero, sus giras por Europa, Rusia y China, y también los tres años que fuecondenado a vivir de soluciones temporales como cortar caña de azúcarbajo el Sol tropical. Luego, la locura que comportó para él escapar en elaeropuerto madrileño de Barajas para encontrar finalmente la libertad,sin que ello no fuese acompañado de comenzar de cero en un país desco-nocido, sin papeles, sin dinero y por supuesto, sin trabajo.
Durante el transcurso de su historia descubrimos la vida cotidiana en Cubadurante los años 50, un testimonio personal y emotivo donde se entrela-zan lo auténtico y lo pintoresco. Nos cuenta su estancia en Nueva York, suinstalación en México, y luego a la edad de 49 años su exilio en España,donde ha tenido que adaptarse a las diferentes costumbres de un país quehabía tenido y considerado, por lo al igual que muchos cubanos, como sutierra natal, pero de lo cual no sabía nada, «... un país que aprendí a añorarsin conocer y que he aprendido a amar conociéndolo».
Emocionante, y en ocasiones divertida, su historia nosmuestra un universo que pinta un cuadro vivo y colo-rido: la belleza de La Habana, las tradiciones profun-damente arraigadas en las raíces españolas, «resolver»todos los días con el fin de sobrevivir, la alegría de loscubanos a pesar de sus difíciles condiciones de vida yespecialmente de su sueño de una vida mejor y enlibertad.
Desde la Habana hasta Madrid comparte con suslectores sus recuerdos: su infancia en Cubadurante los años 30, su juventud que transcurredurante las sucesivas dictaduras de Batista y Fidel
Castro, así como las dificultades que comportó para un artista homosexualvivir en la isla. Nos narra la experiencia de sus primeras visitas al extran-jero, sus giras por Europa, Rusia y China, y también los tres años que fuecondenado a vivir de soluciones temporales como cortar caña de azúcarbajo el Sol tropical. Luego, la locura que comportó para él escapar en elaeropuerto madrileño de Barajas para encontrar finalmente la libertad,sin que ello no fuese acompañado de comenzar de cero en un país desco-nocido, sin papeles, sin dinero y por supuesto, sin trabajo.
Durante el transcurso de su historia descubrimos la vida cotidiana en Cubadurante los años 50, un testimonio personal y emotivo donde se entrela-zan lo auténtico y lo pintoresco. Nos cuenta su estancia en Nueva York, suinstalación en México, y luego a la edad de 49 años su exilio en España,donde ha tenido que adaptarse a las diferentes costumbres de un país quehabía tenido y considerado, por lo al igual que muchos cubanos, como sutierra natal, pero de lo cual no sabía nada, «... un país que aprendí a añorarsin conocer y que he aprendido a amar conociéndolo».
Emocionante, y en ocasiones divertida, su historia nosmuestra un universo que pinta un cuadro vivo y colo-rido: la belleza de La Habana, las tradiciones profun-damente arraigadas en las raíces españolas, «resolver»todos los días con el fin de sobrevivir, la alegría de loscubanos a pesar de sus difíciles condiciones de vida yespecialmente de su sueño de una vida mejor y enlibertad.