A Fray Luís de León, preso en la cárcel de la Inquisición de Valladolid le han comunicado que saldrá libre al día siguiente, pues ya ha cumplido su condena. Esa noche, Fray Luís, en estado febril por la noticia, no quiere dormir y la dedica a escribir una carta a su amigo Francisco Salinas, el gran organista de la catedral de Burgos, recordándole el compromiso que con él había adquirido de glosar EL CANTAR DE LOS CANTARES para que, inspirándose en él, componga una melodía que lo haga perdurable a lo largo de los siglos.
Precisamente, la traducción del latín al castellano de esta obra, que Fray Luis había hecho para una monjita, prima suya, fue uno de los principales cargos de la Inquisición contra él, por eso, comparte la idea con su amigo de que sea la música, lenguaje universal, testigo perenne de la belleza de sus versos.
Con esta recreación, el autor quiere mostrar la maravilla de los versos del CANTAR DE LOS CANTARES, el más bello y completo canto de amor de todos los tiempos, con las propias palabras de Fray Luís de León, a la vez que desvela su pensamiento sobre los males del siglo que le han llevado a la cárcel por sus desvelos literarios, fruto de la profundidad de su pensamiento, que representa, en el contexto represivo de los tiempos de la Contrarreforma, en España, el inicio de una cruzada contra la inteligencia.
El Título, AVISOS DE CÁRCEL está tomado del lenguaje de la época: cuando un preso salía de la cárcel, se le preguntaba si llevaba avisos, es decir, recados, de alguien de la cárcel para el exterior, cosa terminantemente prohibida.
Precisamente, la traducción del latín al castellano de esta obra, que Fray Luis había hecho para una monjita, prima suya, fue uno de los principales cargos de la Inquisición contra él, por eso, comparte la idea con su amigo de que sea la música, lenguaje universal, testigo perenne de la belleza de sus versos.
Con esta recreación, el autor quiere mostrar la maravilla de los versos del CANTAR DE LOS CANTARES, el más bello y completo canto de amor de todos los tiempos, con las propias palabras de Fray Luís de León, a la vez que desvela su pensamiento sobre los males del siglo que le han llevado a la cárcel por sus desvelos literarios, fruto de la profundidad de su pensamiento, que representa, en el contexto represivo de los tiempos de la Contrarreforma, en España, el inicio de una cruzada contra la inteligencia.
El Título, AVISOS DE CÁRCEL está tomado del lenguaje de la época: cuando un preso salía de la cárcel, se le preguntaba si llevaba avisos, es decir, recados, de alguien de la cárcel para el exterior, cosa terminantemente prohibida.