Dedicado con inmenso amor a mi mamá Irma Ilenich, quien me trajo al mundo y me cobijó en su regazo recién nacido. Ese llanto de alegría al recibirme fue el sentimiento más noble y más puro que experimenté en la vida, y lo sé porque lo viví también con mis hijos.
Me incentivaste a dar mis primeros pasos hasta que pude caminar y luego correr. Siempre me alentabas a que tomase vuelo, y es por eso que soy un soñador. Me enseñaste a hablar y a darle valor a las palabras. Fuiste mi maestra por excelencia porque me acompañaste en cada etapa de mi crecimiento.
Una hermosa y gran mujer de linaje italiano por parte de madre y yugoslavo por parte de padre, que brindó todo a su familia: amor, pasión, comprensión, dedicación, enseñanzas de vida, una luchadora incansable que con su ejemplo me enseñó lo que es esforzarse al máximo para alcanzar metas y el placer por trabajar.
Te extraño y te amo inmensamente, aunque por fortuna todos los días seguís acompañándome y guiándome como cuando era niño. Cierro mis ojos y en mis sueños te siento. Abro los ojos y estás en mi esencia.
¡Muchas gracias por estar siempre junto a mí!
Este libro fue escrito con el corazón, pasando de sentimientos de profunda tristeza a emociones vividas muy intensamente. Al principio me encontraba sin rumbo, estaba sin fuerzas pero, con el correr de los días, lo fui superando y, aunque tenía intención de reponerme, había algo que me generaba desconsuelo. Fue en esos momentos que aparecían ciertos elementos que me daban ánimo para continuar: una carta, una foto, una revelación.
Gracias a este libro pude comprender que el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable; para los temerosos, lo desconocido; para los valientes, la oportunidad.
Me incentivaste a dar mis primeros pasos hasta que pude caminar y luego correr. Siempre me alentabas a que tomase vuelo, y es por eso que soy un soñador. Me enseñaste a hablar y a darle valor a las palabras. Fuiste mi maestra por excelencia porque me acompañaste en cada etapa de mi crecimiento.
Una hermosa y gran mujer de linaje italiano por parte de madre y yugoslavo por parte de padre, que brindó todo a su familia: amor, pasión, comprensión, dedicación, enseñanzas de vida, una luchadora incansable que con su ejemplo me enseñó lo que es esforzarse al máximo para alcanzar metas y el placer por trabajar.
Te extraño y te amo inmensamente, aunque por fortuna todos los días seguís acompañándome y guiándome como cuando era niño. Cierro mis ojos y en mis sueños te siento. Abro los ojos y estás en mi esencia.
¡Muchas gracias por estar siempre junto a mí!
Este libro fue escrito con el corazón, pasando de sentimientos de profunda tristeza a emociones vividas muy intensamente. Al principio me encontraba sin rumbo, estaba sin fuerzas pero, con el correr de los días, lo fui superando y, aunque tenía intención de reponerme, había algo que me generaba desconsuelo. Fue en esos momentos que aparecían ciertos elementos que me daban ánimo para continuar: una carta, una foto, una revelación.
Gracias a este libro pude comprender que el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable; para los temerosos, lo desconocido; para los valientes, la oportunidad.