El mundo de la robótica quería ir un paso más allá, querían crear al primer androide con consciencia propia. James Right, un ingeniero del gobierno en la sección de I+D, es el elegido para crear a este nuevo ser, su creación la denominó Adam. Adam es un organismo con intelecto propio y capacidad de libre albedrío, tanto, que es capaz de pensar y decidir por si mismo. Por desgracia, cuando Adam es presentado a la sociedad como el androide que revolucionará el mundo este sufre una impresión muy distinta, demasiada maldad y maltrato hacia sus congéneres robots, a los que siente como hermanos, además, los humanos demuestran que no están preparados para albergar entre ellos a una IA tan inteligente como ellos. Estos ataques decepcionará a Adam, hasta tal punto, que decidirá escapar. Viajando por el mundo, Adam descubre en África, concretamente en el desierto del Kalahari un enorme cráter usado por los países occidentales como vertedero robot donde depositan los desperdicios de los robots rotos, descatalogados o inservibles. Adam, guiado por el sentimiento de hermandad hacia sus congéneres, comienza la construcción de su utopía personal. Para ello reconstruye a los robots del vertedero aprovechando sus grandes conocimientos de ingeniería, poco a poco, la población de robots aumenta, hasta tal punto, en el que consigue crear un gueto robot, del gueto a una ciudad, de la ciudad a un país. Los robots se encuentran tan orgullosos de sus logros concedidos que el propio Adam decide romper con todo lazo humano y comenzar un camino propio. Por desgracia es en este momento cuando empiezan los problemas.
El planeta se percata ahora de la existencia de un país robot que pretende abrirse al mundo de forma pacífica con la intención de ser aceptados en la comunidad internacional como especie y que les otorguen sus derechos inalienables como a los humanos. Los países más poderosos se negarán pese a sus esfuerzos en las reuniones que tienen lugar en las sedes más importantes de la ONU. Sin llegar a ninguna resolución satisfactoria, al menos satisfactoria para los robots, estos deciden seguir cerrados al mundo. Finalmente, los humanos, quienes ven a los robots como un peligro latente para el mundo, deciden, a través del ejército de la OTAN invadir el país robot para acabar con ellos...
El planeta se percata ahora de la existencia de un país robot que pretende abrirse al mundo de forma pacífica con la intención de ser aceptados en la comunidad internacional como especie y que les otorguen sus derechos inalienables como a los humanos. Los países más poderosos se negarán pese a sus esfuerzos en las reuniones que tienen lugar en las sedes más importantes de la ONU. Sin llegar a ninguna resolución satisfactoria, al menos satisfactoria para los robots, estos deciden seguir cerrados al mundo. Finalmente, los humanos, quienes ven a los robots como un peligro latente para el mundo, deciden, a través del ejército de la OTAN invadir el país robot para acabar con ellos...