La historia del fin del mundo tal y como lo conocemos contado a través de personas anónimas, de personas comunes, vulgares, que solo aspiran a sobrevivir. El terror, la ciencia ficción y el género negro se fusionan en esta novela de múltiples protagonistas en situaciones extremas.
Crónicas del fin de un mundo está compuesto por tres libros cuyas historias están enlazadas. En la primera de ellas, "A oscuras", se narra un accidente de tren en un túnel. Los pocos supervivientes tendrán que colaborar para encontrar a tientas una salida de ese infierno de hierro y muerte; sin embargo, entre ellos, descubren que hay alguien que no iba en el tren en el momento del accidente.
El segundo libro lleva por título "Una sierra para cortar cabezas". Está ubicada en el tiempo justo antes del accidente de tren y en ella un científico es reclutado para llevar a cabo el experimento más extraño que pueda imaginarse: un trasplante de cabeza entre humanos.
Y finalmente, el último libro, "Los hijos de Aduluncatif", está compuesto por otras tres historias: en la primera un anciano reconoce en televisión a su nieta, que llevaba años dada por muerta. Contrata a un detective para encontrarla y descubrirá que detrás de su desaparición está implicada una secta, la misma que financió el experimento de trasplantes de cabeza. La segunda historia está ubicada tras el apocalipsis y en ella un juglar se gana la vida de ciudad en ciudad contando historias y recopilando vivencias de los supervivientes en un mundo gobernado por una secta demoniaca. La última historia la protagoniza una mujer, una heroína educada, desde niña, para salvar lo que queda de la humanidad.
Todas las historias se hallan, de alguna manera, entrelazadas, y en ellas hay influencia de la literatura y el cine apocalíptico y también especialmente de los cómics.
Crónicas del fin de un mundo está compuesto por tres libros cuyas historias están enlazadas. En la primera de ellas, "A oscuras", se narra un accidente de tren en un túnel. Los pocos supervivientes tendrán que colaborar para encontrar a tientas una salida de ese infierno de hierro y muerte; sin embargo, entre ellos, descubren que hay alguien que no iba en el tren en el momento del accidente.
El segundo libro lleva por título "Una sierra para cortar cabezas". Está ubicada en el tiempo justo antes del accidente de tren y en ella un científico es reclutado para llevar a cabo el experimento más extraño que pueda imaginarse: un trasplante de cabeza entre humanos.
Y finalmente, el último libro, "Los hijos de Aduluncatif", está compuesto por otras tres historias: en la primera un anciano reconoce en televisión a su nieta, que llevaba años dada por muerta. Contrata a un detective para encontrarla y descubrirá que detrás de su desaparición está implicada una secta, la misma que financió el experimento de trasplantes de cabeza. La segunda historia está ubicada tras el apocalipsis y en ella un juglar se gana la vida de ciudad en ciudad contando historias y recopilando vivencias de los supervivientes en un mundo gobernado por una secta demoniaca. La última historia la protagoniza una mujer, una heroína educada, desde niña, para salvar lo que queda de la humanidad.
Todas las historias se hallan, de alguna manera, entrelazadas, y en ellas hay influencia de la literatura y el cine apocalíptico y también especialmente de los cómics.